Presidente de la República asiste a la Cena Anual de la Minería 2023

31 AGO. 2023
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El Presidente de la República, Gabriel Boric Font, asiste a la Cena Anual de la Minería 2023, organizada por Sonami.

Les doy muy buenas noches a todos y a todas, y le agradezco a Jorge Riesco por su discurso y, también, por el tono porque la verdad que el año pasado fue un poco más difícil. Me alegro de salir de una posición defensiva y poder conversar con ánimo de acuerdos, con ánimo de encuentros, con ánimo de identificar las diferencias y puntos en los que podamos tener discrepancias, pero pensando en cómo solucionarlos.
 
Es una alegría para mí estar presente junto a ustedes en la Cena Anual de Minería, además con nuevo elenco entero, con nuestra ministra Aurora Williams, con nuestra subsecretaria Suina Chahuán y con nuestro vicepresidente ejecutivo de Sonami Iván Mlynarz, que también está por acá.
 
La industria de la minería mueve a Chile en muchísimos sentidos y es materia de orgullo en la historia nacional. Y esta tradición atraviesa la historia misma de la patria y su futuro se proyecta de manera inexorable y necesaria en armonía con el medio ambiente y con el bienestar de quienes habitan nuestro territorio.
 
Valoro el detallado repaso que ha hecho el presidente de la Sociedad Nacional de Minería Jorge Riesco, por los distintos temas de interés para el mundo minero y me alegro, también, Jorge que estés bien recuperado y que podamos estar hoy reunidos. Qué importante es estar conscientes de la fragilidad de la vida y por eso mismo, también, tal como tú, me refiero con pena, con dolor a las tres lamentables muertes de trabajadores de la minería ocurridas el fin de semana recién pasado, a los cuatro en el último mes, a los 12 de este último año. No me cabe ninguna duda que todos ustedes, todos los aquí presentes, todos los que trabajan en faena están haciendo todos los esfuerzos para que esto no vuelva a suceder porque no son sólo números, son historias, son familias, son recuerdos y son dolores que no se pasan. Por lo tanto, hagamoslo, en conjunto y cuenten con ello, con el Gobierno, para fortalecer la seguridad de la minería en todas sus dimensiones.
 
En estos últimos 12 años nuestro país ha avanzado de manera sostenida en reducir los accidentes de la minería y los fallecimientos productos de ello. Pero tenemos que seguir fortaleciendo todos los mecanismos de prevención para que cada minero o cada minera tenga la certeza de que volverá a su casa sano y salvo desde la faena. Siempre recuerdo y pienso, se lo había contado alguna vez a Máximo Pacheco cuando fuimos a Tierra del Fuego, en donde estábamos haciendo path drilling en una de la reserva de la ENAP y donde antes de entrar nos dan una charla de los prevencionistas de riesgo; o con la CEO de Engie en Tocopilla, en donde también antes de entrar a la planta nos hacen una importante charla de prevención de riesgo. Y uno dice: “¿Para qué exageran tanto? ¿para qué el casco, las botas, el kit de seguridad sino va a pasar nada”.
 
Pero la verdad es que toda prevención vale la pena y más vale ser exagerados en la prevención, que después desgarrados en la lamentación. Así que, mi respeto también a los prevencionistas de riesgo, que sé que cumplen un papel muy importante en la industria minera.
 
Quiero decirles que debemos y podemos hacer más para avanzar. La cero fatalidad en la minería es un imperativo ético para la industria y para el Gobierno y en ese sentido, hace poquitas semanas, enviamos al Congreso el proyecto para ratificar el Convenio 176 de la OIT de Seguridad y Salud en Minas, porque sabemos que la participación de las y los trabajadores es necesaria para aplicar y mantener los más estándares de seguridad. Hago un llamado a los congresistas, varios aquí presentes, a que ratifiquemos rápidamente este convenio porque la riqueza minera de Chile la constituyen, por cierto, quienes invierten en la minería, pero sobre todo sus trabajadores y trabajadoras que requieren de toda nuestra protección y cuidado.
 
Estimadas y estimados:
 
Este encuentro es una oportunidad, tal como lo ha dicho Jorge, de conversar franca y abiertamente. En este año y medio como Gobierno hemos tenido la oportunidad de ir conociéndonos, al principio quizás con suspicacias, con escepticismo, pero yo diría y espero que cada vez más, con mayor conciencia de que, pese a poder tener legítimas diferencias políticas, nos une algo que es fundamental, lo conversamos con Rosario Navarro o con Ricardo Mewes, incluso cuando nos peleamos: que queremos lo mejor para Chile y que en la medida en que seamos capaces de ponernos de acuerdo, en particular los sectores políticos, vamos a poder mejorar la calidad de vida de los habitantes de nuestra patria y que mientras más nos demoremos en ponernos de acuerdo, mientras más nos peleemos o mientras más epítetos o adjetivos usemos, más se dificulta aquella tarea.
 
Por eso vengo a reiterar que por parte del Gobierno existe una voluntad genuina de buscar acuerdos amplios y, también, de cambiar de opinión y ceder cuando sea necesario. Hace poco abrimos una ronda de diálogos después de momentos muy difíciles, de mucha tensión política con los diferentes partidos políticos, de todo el espectro político, sin hacer distinciones: Partido Social Cristiano, Partido Republicano, Partido de la Gente, todos los partidos de Chile Vamos y, por cierto, todos los partidos miembros de la alianza de Gobierno, Demócratas, Amarillos.
 
Con todos nos hemos juntado y nos hemos dado el tiempo para poder conversar y pensar cómo destrabamos el escenario político respecto a las reformas, porque les quiero transmitir una convicción muy profunda: Chile tiene tremendas posibilidades, tenemos muy buenos motivos para estar optimistas. Nuestro país es uno de los pocos en el mundo, y lo pude ver con mucha claridad en nuestra exitosa gira a la Cumbre de la Unión Europea y la Celac, donde además estuvimos en otros países como Francia, Suiza y España, en donde la mayoría de los países enfrenta la transición energética, a la cual estamos obligados como humanidad para sobrevivir, desde una perspectiva constrictiva que va a generar problemas en su economía.
 
Para nosotros esa transición es una oportunidad, es una oportunidad de negocios, es una oportunidad de mayor conocimiento, es una oportunidad de generar y crear mayor riqueza y de distribuirla de mejor manera.
 
Las condiciones materiales en nuestra patria, estimados y estimadas, están dadas para que demos un salto adelante en el bienestar de nuestra población. ¿Qué lo evita? la crisis política, la incertidumbre, las desconfianzas que muchas veces campean entre nosotros antes de sentarnos a conversar y de pensar cuáles son las cosas que nos pueden unir, en vez de aquellas que nos pueden separar. No son pocas.
 
Quiero decirles que en concreto, como ya hemos anunciado, durante este año vamos a enviar un proyecto de Ley de Reforma Integral a los Permisos Sectoriales No Ambientales a cargo del Ministerio de Economía, y en esa misma tramitación, porque durante la misma tramitación del Royalty que efectivamente no fue fácil, adquirimos un compromiso que, creo, fue importante, que fue justamente el facilitar que estas cosas salieran adelante.
 
Y con eso quiero transmitirles que este es un Gobierno que escucha y que nuestra convicción está en concretar los avances que Chile necesita. Para ello no hay un único camino, no tenemos una verdad revelada, acá nadie puede pretender imponer el 100% de sus ideas y, como he repetido hasta el cansancio, el arte de la política consiste en poner de acuerdo a quienes pensamos distintos en función de un bien común y no particular.
 
A lo largo de este año y medio, y de lo que he escuchado aquí, puedo decir que hay múltiples temas en los que tenemos miradas comunes, hay otros también en los que tenemos legítimas diferencias y que no hay que esconderlas debajo de la alfombra por una falsa cortesía, sino más bien identifiquémoslos, discutámoslos y solucionémoslos, como nos han planteado tantas veces desde Icare o desde Sofofa.
 
No tengo dudas de que de eso se trata la democracia, de ponernos de acuerdo en esos puntos que coincidimos y dialogar y dialogar y dialogar hasta superar las discrepancias que nos permitan avanzar como país. En esta tarea seguimos con optimismo, con humildad, con apertura y, también, con mucha convicción.
 
La minería enfrenta enormes desafíos, elevar la producción, operar con costos que hoy son más altos, desarrollar la pequeña y la mediana industria, aumentar la participación de las trabajadoras en el sector. Me decía la ministra de Minería, que había sido ministra en el segundo periodo de la presidenta Bachelet, que va cambiando también la composición de esta cena, que antes eran puros pantalones y que ahora alegremente podemos ver más diversidad. Felicitaciones por ello.
 
Tenemos que hacer, por cierto, como les decía antes, más eficiente el sistema de permisos, requerimos consolidar la Estrategia Nacional del Litio, tomo sus palabras, desarrollar capital humano de alto nivel, potenciar el talento chileno que tenemos y seguir avanzando en la aplicación de mayores y mejores tecnologías, junto con mejores estándares.
 
En esta y en otras áreas como Gobierno, estamos abiertos no sólo al diálogo, sino a la acción. Así hacemos grande a Chile y no es una relación solamente entre Gobierno y gremios, también la sociedad civil y las universidades. Cuando vamos a la Universidad de Antofagasta y vemos la investigación que están haciendo allá en la Universidad de Antofagasta, o cuando vemos la pega que está haciendo la FACh, por ejemplo, uno dice: “Acá no hay solamente cobre, no hay solamente mineral, no son solamente los recursos naturales con los cuales, yo no soy creyente, pero Dios, la gracia divina, el devenir social de la naturaleza nos dio, sino que también tenemos grandes capacidades en nuestra gente, grandes capacidades en nuestro pueblo, no las desaprovechemos y ahí tenemos que mejorar muchísimo también.
 
Estaba hoy en la mañana en el aniversario de la Universidad Técnica Metropolitana y les decía cómo universidades como la UTEM se engarzan de mejor manera con este cambio radical que va a tener Chile, con el hidrógeno verde y con el litio, en donde desde el mundo nos están mirando. Cómo los colegios técnicos profesionales se suman a esta tarea no para crear mano de obra barata, sino para crear profesionales del futuro en donde lo técnico vuelva a tener la valoración que corresponde. Ahí tenemos tanto que hacer y tanta sinergia que construir si logramos romper las barreras de la desconfianza y las peleas absurdas en las que, muchas veces, nos quedamos en la política.
 
Quiero destacar la Ley de Royalty Minero que yo le digo, don Jorge, fue menos de lo que nosotros queríamos, fue algo más de lo que ustedes querían, pero logramos ponernos de acuerdo. Les voy a contar una incidencia, el senador Coloma me llama la noche antes de la votación y me dice: “Cuidado, cuidado, cuidado que todavía no llegamos a acuerdo y el acuerdo se puede caer, si es que forzamos la votación tal día”. Conversamos, conversamos más, conversamos menos, pero logramos llegar al acuerdo y después de haber llegado a ese acuerdo, se destrabaron también inversiones.
 
Entonces, la gracia de la política también es esa, es entender de que nadie va a llegar al 100% de lo que pretendía, de que todos tenemos que movernos un poco, pero no se trata de que si me muevo un poquito para acá todo el mapa se mueva entero para allá, sino que lo que está más acá se tiene que mover un poquito para acá para encontrarlo. Y eso es lo que, a veces, nos aleja en otras materias. En minería creo que hemos ido avanzando por buen camino.
 
Hoy Chile tiene un mecanismo que es equilibrado y que entrega las certezas que la industria minera necesita para poder invertir y operar en nuestro territorio y que brinda recursos nuevos y muy necesarios para el desarrollo de las comunas mineras y de mayor pobreza. No se imaginan cómo el alcalde de una comuna chica y golpeada como Tierra Amarilla o el alcalde de una comuna golpeada por otros motivos, no minera, como por ejemplo Timaukel recibe esos recursos que van a venir del Royalty Minero porque no están para engrosar las arcas del Estado, están para poder hacer políticas públicas que vayan directamente en bienestar de nuestra población.
 
De esta forma, creemos y crecemos con justicia y con sostenibilidad, asegurando que lugares mineros reciban los justos beneficios de la riqueza que aportan al país y lugares no mineros también se beneficien de esta riqueza que tenemos en nuestra patria.
 
El Royalty terminó concitando apoyo transversal gracias a que todas las partes se sentaron a la mesa, contribuyeron al debate y cedieron respecto a su posición inicial. En esto el gremio minero jugó también un rol relevante y eso es digno de valorar y destacar porque le hace bien al país y es un ejemplo que, espero, también, siga el Gobierno y también los otros gremios. Le hablo, en particular, al bancario, que necesitamos más préstamos para la construcción, que necesitamos que suelten ahí. Hay muchos bancarios acá parece.
 
Pero quiero referirme a otro tema que abordó Jorge Riesco y que han planteado, con justa preocupación, diversos empresarios e inversionistas: la necesidad de hacer más eficiente y ágil la obtención de permisos para desarrollar actividades productivas. Los permisos terminan actuando como un impuesto más en la práctica, un impuesto no declarado. Y les digo que en esto estamos avanzando proactivamente como Gobierno porque tengo la convicción de que un Estado fuerte es también un Estado más eficiente, no solamente un Estado más grande, un Estado fuerte también es un Estado más eficiente.
 
Quiero dar certeza, quiero que todos demos certezas a las partes involucradas tanto a los titulares como a las comunidades, y en eso estamos trabajando.
 
Como ya hemos anunciado anteriormente, este año -y en esto está a cargo el Ministerio de Economía- enviaremos un proyecto de Ley de Reforma Integral a los Permisos Sectoriales No Ambientales y en la misma tramitación del Royalty adquirimos el compromiso explícito de tomar medidas para reducir en un tercio el tiempo de tramitación de permisos para proyectos de inversión minera.
 
También, de manera paralela, estamos impulsando cambios al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental con medidas de gestión, con modificaciones a su reglamento y con un proyecto de ley de reforma que ingresará al Congreso a fines del 2023. Y, como siempre me recuerda la directora, esto no se trata de bajar los estándares, sino hacer que los estándares sean eficientes, racionales y que sean una condición necesaria para el desarrollo.
 
La evaluación del impacto ambiental de los proyectos debe ser entendida como una condición para el desarrollo y en este contexto la crisis climática, cuyos efectos vemos permanentemente, y la necesidad de potenciar la inversión no debieran ser contradictorios, porque no hay contradicción entre elevar los estándares ambientales y optimizar el proceso de obtención de permisos. Se trata de una corresponsabilidad ante un Estado más eficiente y una acción privada que se apega e incluso eleva los estándares vigentes.
 
Y en esto les confieso que en el Gobierno hay gente que es pesimista, me dice: “Esta es una reforma demasiado difícil de sacar, son 17 ministerios involucrados, más de 30 servicios, ponerlos de acuerdo”. Pero les recomiendo que hablen con el ministro Grau, vayan a conversar con él, que les cuente lo que estamos haciendo, plantéenles sus dudas y observaciones.
 
Porque esta reforma al sistema de permisos es muy cotota, va a costar sacarla, pero que si logramos sacarla va a ser un gran aporte a empujar la inversión en Chile. Y en esto les quiero decir que tener reglas claras contribuye a promover la inversión, que es una prioridad para mi Gobierno y por eso es una buena noticia constatar que hay cuatro proyectos mineros que entrarán en funcionamiento durante los próximos 12 meses: Quebrada Blanca Fase 2, del que ya habló Jorge Riesco y veo que tiene su barra; el proyecto Rajo Inca de la División El Salvador de Codelco; el proyecto INCO en Salamanca; y Salares Norte, que extraerá oro y plata en Diego de Almagro.
 
Además, les cuento que Codelco, que, sabemos, no ha estado exento de las dificultades que ha enfrentado la minería en general, pero este año hizo, de manera exitosa, la mayor mantención de su historia en la fundición de Chuquicamata, con lo que aumentó su capacidad de fundición desde 700.000 toneladas al año a más de 1.150.000 toneladas al año, porque Chile necesita producir más cobre metálico y aumentar aún más la capacidad de su fundición.
 
Y, para esto, tenemos que pensar en el futuro y aumentar aún más la exploración minera. Los proyectos mineros comienzan no cuando sale la primera muestra del mineral, sino que salen en la etapa de exploración.
 
Los desafíos que tiene la minería, estimados y estimadas, obligan a que avancemos fuerte y rápido, también, y lo decía el presidente de la Sonami, en reducir el uso de agua continental y usar otras fuentes como el agua de mar y también aprender a usar donde mejor manera el agua, porque las comunidades aledañas así lo exigen y es una obligación en tiempos de cambio climático y de crisis hídrica.
 
Permítanme abordar otro tema que tocó el presidente de Sonami. Otro desafío es cómo apoyamos el desarrollo de la pequeña y mediana minería. Esta es una de las tareas principales encomendadas a las nuevas autoridades del sector, a la ministra Aurora Williams, a la subsecretaria Suina Chahuán y al vicepresidente ejecutivo de Enami, Iván Mlynarz, con gran experiencia, ambos, y que, no me cabe ninguna duda, van a mantener una cooperación activa, permanente y de diálogo con todo el sector.
 
Y hoy le quiero dar una buena noticia a la pequeña minería porque sabemos que el actual requisito de elaborar Proyectos de Explotación y Cierre (PEC) no se ajusta a la realidad de los pequeños mineros y que, generalmente, no tienen ni los recursos ni la información suficiente para formularlos. Por eso, he instruido a nuestra ministra Aurora Williams, a realizar una modificación al Decreto Supremo N°30 para que, en el más breve plazo, los productores de menos de mil toneladas mensuales sólo tengan que presentar los datos relevantes del proyecto de la faena y un plan de seguridad, y, de esta forma, sin descuidar la prevención, quitaremos un obstáculo para el inicio de nuevos proyectos en la pequeña minería.
 
Además, le he mandatado al ministerio a constituir un equipo de trabajo para habilitar una plataforma única de tramitación de solicitudes para la pequeña minería que integre y simplifique los procesos de Sernageomin y Enami para los pequeños proyectos mineros.
 
Ahora, sobre Enami. Enami es una institución mandatada a acompañar a la pequeña y mediana minería y, cómo lo vamos a negar, enfrenta una situación compleja. Pero en esta cena quiero compartir con ustedes una decisión que da cuenta de cómo vamos avanzando de manera seria, responsable y consciente de los problemas, y no metiéndolos debajo de la alfombra.
 
Hoy, después de una reunión de más de seis horas, el directorio de Enami aprobó realizar el estudio de preinversión del proyecto de modernización de la fundición Hernán Videla Lira, más conocida como fundición Paipote. Esto implica avanzar con rapidez con los estudios formales para tomar la mejor decisión posible sobre este proyecto con los mejores antecedentes sobre la mesa, porque Chile necesita fundición.
 
Sabemos, también, que hay muchas expectativas en torno a la industria del litio por su inmenso potencial que uno ve cuando viaja fuera de Chile. Puedo asegurarles que estamos avanzando a paso firme y seguro en la estrategia que presentamos al país. Hay veces en que no por ir más rápido, se llega primero. Y en esto que no les quepa duda de que nuestro país va a liderar la industria del litio en el mundo.
 
En septiembre en septiembre comienza el proceso de participación y diálogo que ya anunciamos. Ya estuve en San Pedro de Atacama conversando con comunidades atacameñas, con el Consejo de Pueblos, con comunidades Licanantay, con comunidades de Alto Loa.
 
Y ahí es importante que dimensionemos algo y les pido a todos ustedes que nos lo imaginemos porque, quizás, es difícil hacerlo desde Casa Piedra, aquí estamos con velitas porque se ve bien y le da un toque a la cena, pero en las comunidades de Alto Loa hoy, el 2023, no tienen luz las 24 horas. En las comunidades del Alto Loa no tienen agua potable las 24 horas. En los lugares en donde se genera parte importante de la riqueza de Chile, no hay acceso a servicios básicos y campea la pobreza.
 
Para poder hacernos cargo de que este desarrollo del que estamos orgullosos y del cual tenemos un tremendo optimismo de lo que puede dar a Chile, tenemos que ser capaces de responderles a los que han vivido en ese territorio durante más de 18.000 años.
 
Por eso, hemos conversado con distintos actores, con la academia, con representantes regionales, con empresas, con pueblos indígenas, con sociedad civil, entre otros, y partir de este proceso vamos a enviar al Congreso para crear la Empresa Nacional del Litio, estableceremos la red de salares protegidos y abriremos los mecanismos correspondientes para el desarrollo y producción en nuevos salares.
 
Tomo lo que usted me dice, Jorge, un espacio que sea claro para la actividad privada y un espacio que sea claro para también la actividad del Estado. Si no es ni lo uno ni lo otro, podemos trabajar en conjunto y no me cabe ninguna duda que trabajando en conjunto, lo podemos hacer mejor por Chile y por su gente.
 
Y, en esto, la colaboración público-privada es lo que tiene el centro en la estrategia y esperamos que las empresas se sumen de forma entusiasta a la industria en este esquema, tal como me ha tocado ver y conversar ese entusiasmo con inversionistas extranjeros. Porque sé que explorar el litio requiere certidumbre y ello requiere consolidar acuerdos y reglas claras, y mantener una gran virtud de nuestro país, que no es común en el resto del mundo, que es que nuestro país cumple a lo que se compromete.
 
Y, por eso, tenemos una base sólida sobre la cual construir sin tener que encontrarnos con sorpresas después. Tenemos que establecer condiciones claras para que la industria se desarrolle de manera sostenible, porque esa es una manera de entregar certezas para la inversión.
 
Para terminar, me gustaría referirme a aquellos acuerdos y entendimientos que nos permiten sostenernos y avanzar como sociedad, en particular a las reformas que estamos haciendo el esfuerzo de impulsar y destrabar en el Congreso. No es este el espacio, pero no me cabe ninguna duda que ustedes con sus conversas, con influencias también pueden aportar un granito de arena. No podemos fracasar como país y, en particular, desde la política, en una nueva Reforma de Pensiones.
 
Tenemos que sacar adelante la Reforma de Pensiones y en esto insto a todas las partes, partiendo por el Gobierno, a que todos estemos dispuestos a movernos de nuestras posiciones iniciales pensando en el bienestar de la gente, en esa gran mayoría de chilenos y chilenas que hoy tiene pensiones de miseria, muy por debajo del sueldo mínimo, que no les alcanzan para vivir. Ellos no pueden seguir esperando porque nuestras peleas, nuestras diferencias, nuestros adjetivos calificativos entre el Congreso y la política, al final, no los terminamos pagando nosotros, lo terminan pagando en la Sara Gajardo de Cerro Navia, en La Pingüino o en los Balcones de Calama.
 
Por lo tanto, es importante que ahí si ponemos a la gente en el centro, no me cabe ninguna duda que el acuerdo se va a facilitar.
 
Y sobre pacto fiscal, como Gobierno y personalmente, quiero decirles que el crecimiento es un componente fundamental para el desarrollo de los países, no me cabe ninguna duda. Y esto lo digo para complacerlos acá, es algo que, quizás, cuando elaboramos nuestro programa de primera vuelta no estaba en el centro de mis preocupaciones. Pero hoy, viendo las potencialidades que tiene Chile, recorriendo cada una de sus 16 regiones, recorriendo sus provincias y sus pueblos, viendo la riqueza que tenemos, me doy cuenta de que ese crecimiento está ahí, a la mano.
 
Y, efectivamente, llevamos muchos años de estancamiento, con un par de momentos de peak, pero que se fueron demasiado rápido. Han sido años difíciles, el 2023, en particular, sabíamos que iba a ser el más complejo porque necesitábamos… y por eso les pido que cuando hagan los juicios a final de año no solamente vean los números finales, sino también los motivos por los cuales llegamos acá, necesitábamos enfriar la economía, necesitábamos tener un momento contractivo, después de la expansión del gasto fiscal y del consumo personal que se produjo por la pandemia y las políticas públicas que se empujaron en ese entonces, tanto por el Gobierno como por el Parlamento que no corresponde, en este lugar, juzgar.
 
Pero ahora tenemos la posibilidad de volver a crecer. Este año, las cifras van a empezar a mejorar, el próximo, si hacemos las cosas bien, vamos a mirar desde un escalón más arriba y ya el año subsiguiente, si hacemos las cosas bien, si nos ponemos, si destrabamos las peleas políticas, no me cabe ninguna de que vamos a poder estar todos orgullosos, porque no tenemos el derecho de farrearnos las condiciones materiales que Chile tiene para crecer.
 
Por eso les digo esto con mucha convicción, el que yo ponga el crecimiento hoy en la agenda del Gobierno no es una concesión para la redistribución, es una convicción profunda, porque sé que cada punto de crecimiento significa del orden de US$ 800 millones.
 
Y lo conversábamos el otro día con René Cortázar, a propósito de esta cifra que usted mencionaba de que el 80% de los nuevos ingresos en Chile ha venido dado por crecimiento y el 20% por impuestos.
 
Pero también necesitamos redistribuir mejor. Podemos caminar y mascar chicle porque, estimados compatriotas, Chile sigue siendo, y los invito a que lo vean, Chile sigue siendo un país profundamente desigual. Miren lo que ha pasado en lugares como el Maule en estos últimos días, dos, tres veces golpeados, lugares como Santa Juana.
 
Piensen en Caleta Lavapié, un pequeño pueblito a orillas del mar en la comuna de Constitución en un cerro, con una escuela preciosa quemada entera, hoy funcionando en una iglesia, que no tienen alcantarillado. ¿Cómo es posible que todavía nos permitamos aquello?
 
Entonces, sí, tenemos que crecer y podemos crecer más, pero podemos distribuirlo de una manera un poco más justa. Y acá no se trata, más allá de los deseos íntimos que pudiera tener cada uno de nosotros de construir tal o cual sociedad, se trata de una sociedad un poquito más cohesionada porque son las sociedades cohesionadas las que logran crecer en el largo plazo, las que piensan más allá de la lógica de la próxima elección, las que piensan en la próxima generación. Y a eso es, justamente, a lo que los quiero convocar.
 
Lo dije anteriormente en Enade, después de un tremendo discurso inspirador de Karen Thal, que si las empresas necesitan certezas para invertir, que es totalmente razonable, los chilenos, chilenas y los habitantes de nuestra patria necesitan certezas para vivir, certezas de que van a poder llegar a fin de mes, certezas de que van a poder dejar de trabajar después de la jubilación. Quienes vivan el edificio, miren a sus conserjes y pregúntenles qué edad tienen y por qué están trabajando después de los 70 años, y dónde viven, que van a poder sentirse seguros en las calles, por eso hemos puesto tanto énfasis en la Agenda de Seguridad.
 
El senador Coloma me reta porque todavía no logramos sacar toda la agenda, tenemos 31 proyectos, pero no les quepa duda de que estamos comprometidos para sacar la agenda de todos los proyectos de seguridad y vamos a agregar tres más, Ley de Violencia en los Estadios, vamos a agregar la actualización el Proyecto de Ley Antiterrorista y se me va uno que en este momento no recuerdo porque estoy con la cabeza acá, pero uno más dentro de los 31 que tenemos comprometidos. Estamos trabajando firme en esa línea.
 
La gente necesita certezas de que va a poder atenderse si se enferma y, por eso, es la invitación al Pacto Fiscal.
 
Y, en ese sentido, me hago cargo y le agradezco la elegancia en la manera en que lo plantea Jorge, respecto al buen uso de los recursos. Mientras nosotros estamos hoy reunidos acá, me contaban, y en esto no tengo la certeza, así que puede que me equivoque en algún detalle, que estaba el contralor de la República dando una declaración y señalando que en el caso de Democracia Viva hay corrupción y qué bueno que se sepa de manera clara y categórica. Y quienes cometan actos de corrupción en nuestro Gobierno, sean cercanos o lejanos, sea en este Gobierno, del Gobierno anterior o de cualquier otro, tienen que hacerse responsables de aquello y nada de esto se va a meter bajo la alfombra.
 
Por lo tanto, insisto, desde el Gobierno toda la cooperación, colaboración de manera proactiva porque cuando se nos mete la corrupción en el Estado, se debilitan las instituciones y cuando estas se debilitan se debilita la confianza y sin confianza un país no progresa. 
 
Por lo tanto, me alegro de que tanto el Consejo de Defensa del Estado, que es el mecanismo a través del cual el Estado defiende sus intereses que son los intereses de todos los chilenos, haya decidido querellarse en el caso de Democracia Viva y que hoy el contralor también esté avanzando en la misma dirección.
 
Hoy, Chile espera que superemos la mirada dicotómica y que busquemos equilibrios que nos permitan crecer más y repartir mejor. Como Gobierno, sépanlo y, ojalá, pudieran reconocerlo, y lo pueden ver en cómo hemos ido variando, producto de la misma realidad, producto de las conversaciones, las propuestas iniciales hasta donde estamos hoy, lo que no significa renunciar a los principios que nos inspiran, sino hacernos cargo de qué es lo que podemos lograr porque prefiero avanzar un pasito que no avanzar ninguno y al final del día, al final del Gobierno mirarme al espejo y decir: “No cambié nada, pero fui consecuente”. La política no es para eso, la política es para generar avances y eso requiere cambiar las posturas iniciales, estar dispuesto a conversar.
 
Como Gobierno, les decía, hemos cedido en nuestras posiciones iniciales, pero para poder avanzar necesitamos que nuestras contrapartes cedan también en las suyas, porque si no avanzamos en conseguir los recursos para atender las urgencias sociales, el descontento de la ciudadanía, de una u otra forma, se seguirá escuchando una y otra vez.
 
Los estadounidenses tienen una frase que me hace mucho sentido que dice algo así como “democracy has to deliver”, la democracia tiene que cumplir. Y esto no solamente un problema de Chile, esto no es un problema que se limita, como creer en algunos, a los ascensos de las ultras de uno u otro lado. Hay una necesidad de inmediatismo. Miren los cambios en Ecuador, en Argentina, ahora último, en Guatemala, la situación en Estados Unidos, las incertidumbres en Europa; tenemos que cumplirle a nuestra gente y tenemos las condiciones para hacerlo, no nos las farreemos.
 
Cierro diciéndoles que nuestro país tiene la tremenda oportunidad de ser protagonista en el combate contra la crisis climática y el desafío de transición energética a nivel global. Y este es uno de los ámbitos en el que tenemos pleno acuerdo con el sector minero y como Gobierno estamos trabajando en afianzar un camino que le dé riquezas a Chile y a su gente de manera justa y sostenible en el tiempo, porque la tradición minera arraigada en la historia de nuestra patria nos permite hoy innovar y avanzar sobre la base de nuevos acuerdos.
 
De nosotros, todos juntos, empresarios, inversionistas, trabajadores, dirigentes, sindicatos, políticos, ciudadanos y ciudadanas, depende que esta historia se escriba con mayúscula y termine en un cuento feliz para que la minería siga siendo puntal de desarrollo en Chile.
 
Muchísimas gracias.