Presidente de la República Gabriel Boric Font realiza ajuste en Gabinete Ministerial

16 AGO. 2023
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S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, realiza ajuste en Gabinete Ministerial

Muy buenas tardes:
 
Quiero comenzar agradeciendo la labor de quienes hoy deja el gabinete porque sé que, más allá de todas las dificultades o cualquier dificultad que hayan debido enfrentar, entregaron siempre todo de su parte, me consta, lo hemos conversado, para ir en búsqueda de soluciones, acuerdo y mejoras en la vida de nuestros compatriotas. Es por ellos que estamos acá y no por otra cosa, eso no podemos olvidarlo nunca.
 
A quienes ingresan hoy al gabinete, les llamo a volcarse de lleno en la misión de este gobierno, que no es otra que avanzar hacia un Estado más justo, hacia una sociedad más justa que garantice las condiciones básicas para que cualquier persona, cualquier chileno y chilena pueda desarrollarse libremente sin importar cuál es el tamaño de su billetera.
 
Chile, ministros, ministras y, sobre todo, compatriotas, tiene muchísimas posibilidades. Es real la posibilidad de dar un gran salto adelante, de retomar el optimismo y de construir juntos “el futuro esplendor” que canta nuestro himno nacional.
 
Ministros y ministras:
 
Les invito a consolidar nuestra Política Nacional del Litio y a continuar manteniendo el liderazgo mundial de la minería chilena;
 
A seguir avanzando en la obligación moral de disminuir la pobreza y, también, la desigualdad;
 
A proteger sin dudas, sin pausas, a niños, niñas y adolescentes y sentar las bases de un Sistema Nacional de Cuidados;
 
A recuperar las brechas educativas generadas por la pandemia;
 
A avanzar en garantizar el derecho a la educación y promover la felicidad y el conocimiento de los niños y las niñas en el aula, iniciando una revolución en los procesos de aprendizaje;
 
A seguir avanzando, sin retroceder un paso, en los derechos de las mujeres;
 
A planificar un habitar sustentable en nuestro hermoso territorio, considerando las necesidades sociales y, también, las ambientales;
 
A seguir adelante firmes con el Plan de Emergencia habitacional y cumplir nuestra meta de construir 260 mil nuevas viviendas;
 
Por último, a construir un país que promueva el acceso a la cultura, la diversidad y los valores universales de la libertad, el respeto a los derechos humanos y la dignidad para todas las personas.
 
En lo que va de nuestro Gobierno nuestro país ha avanzado y se ha puesto de pie tras años de una crisis social, política y sanitaria que, hasta hoy, deja ver sus consecuencias.
 
Hemos sostenido, como Gobierno, una política fiscal responsable que nos ha permitido avanzar hacia la normalización de nuestra economía y, lo más importante, nos ha permitido disminuir la inflación y el alza de los precios que tanto afecta a las familias, a ustedes que nos están viendo hoy en la casa, con un especial énfasis, además, en tantas mujeres jefas de hogar que hacen patria solas.
 
Hemos concretado un alza histórica en el salario mínimo y aprobamos la reducción de la jornada laboral a 40 horas después de años de debate. Ambas medidas fueron posibles gracias a un amplio diálogo social.
 
Consagramos la gratuidad total en el Sistema de Salud Público. Hemos implementado aportes económicos y apoyos a las policías para fortalecer la prevención y persecución del delito porque nuestra patria, y esto no me cansaré de repetirlo, es de su gente honesta y no de los delincuentes y a ellos les haremos frente en todos los espacios.
 
Ante las emergencias naturales que han azotado nuestra tierra, hemos materializado un plan de apoyo concreto para las familias afectadas, tanto por los incendios como por las lluvias, y nos hemos preparado para afrontar las inclemencias que, en adelante, también, traiga la naturaleza y la crisis climática.
 
Hemos querido y hemos logrado disminuir, de forma real, la pobreza gracias a una política de Estado en conjunto con gobiernos anteriores, sacando casi un millón de personas de esa condición, la cual, por cierto, tenemos que fortalecer porque sabemos la fragilidad de las clases medias en nuestra patria. Pero, además, hemos alcanzado, en conjunto como sociedad, no sólo como gobierno, los índices de desigualdad más bajos en la historia de Chile. Sepan ustedes que no nos conformamos, que no descansaremos en seguir construyendo una patria justa y que vamos por más.
 
Queridos compatriotas:
 
Me hubiera gustado, sin duda, que este cambio de gabinete se diera en un clima político distinto, sin esa crispación tan protagonista de los últimos días, de quien de lado y lado dice la frase más incendiaria. Día a día esta conducta nos distancia de la posibilidad de mejorar sustantivamente la calidad de vida de las personas, de quienes están hoy viéndonos en sus casas, en sus trabajos e, insisto, es a ustedes a quienes nos debemos.
 
Quienes hoy están jubilados, quienes están esperando por una cirugía o por una atención médica de especialidad, quienes hoy viven con inseguridad frente a la delincuencia les demandan a todos quienes tenemos responsabilidades de conducción en este país que seamos capaces de producir acuerdos en su bienestar, demandan que abandonemos las trincheras y pongamos el bien de Chile por delante. No les interesan nuestras peleas.
 
Chile no nos va a perdonar si no somos capaces de avanzar en soluciones ahí donde ya están claros los diagnósticos hace años, si no avanzamos en acuerdos que, por ejemplo, pongan fin al drama de las pensiones indignas porque, estoy seguro, nadie gana con eso, ni Gobierno ni oposición, pero, sobre todo, pierden los chilenos y chilenas y gana el pesimismo, la desesperanza y el hastío.
 
Y podemos revertirlo, tenemos condiciones para darle vuelta, tengo la convicción de que con las diferentes personas que están en política, pero, sobre todo, con el pueblo de Chile, compartimos el propósito común de avanzar en soluciones para las personas. Hoy es un momento de enfrentar, respetuosamente, esas diferencias y encontrar los puntos en común.
 
Esa línea, en las últimas semanas, en los últimos días, todos hemos estado dando pasos, a veces chiquititos, con desconfianza, reaccionando con escepticismo, pero pasos al fin, gestos que ayuden a la concordia y al entendimiento.
 
Como es de público conocimiento, el lunes recién pasado llamé personalmente a los presidentes y presidenta de los partidos de Chile Vamos, para invitarlos a sentarse a la mesa a dialogar en torno a la ruta sobre los problemas más urgentes que aquejan a las personas. Mi Gobierno cree y tiene la convicción que la Reforma Previsional debe hacerse cargo de la condición de miseria en la que viven miles de personas mayores que, después de haber trabajado toda una vida, no alcanzan a ganar siquiera el sueldo mínimo y, muchas veces, mucho más bajo que eso y, por lo tanto, tienen que trabajar hasta morir o depender del apoyo incierto de otros familiares o amigos.
 
Creemos en un sistema que garantice la libertad de los cotizantes de decidir dónde cotizar y en el derecho a la seguridad social, en especial de las mujeres que han sido castigadas por cumplir labores de cuidado y que pareciera que, a la hora de pensionarse, a la hora de jubilar, Chile y el Estado no les reconociera todo ese trabajo que han hecho por otros y por el país. Esa injusticia lacerante que vemos en todas nuestras familias —pregúntenselo en sus propias casas— tenemos que terminarla.
 
Es urgente, a su vez, que nuestro país eleve sus estándares de seguridad frente a la delincuencia y el narcotráfico, hacernos cargo de las deudas que tenemos en salud y en salud mental, y disminuir significativamente las listas de espera, entre otros tantos desafíos.
 
Para eso es necesario, si lo queremos hacer de manera responsable y no hacer anuncios que duran unos pocos días y no se sustenten en el tiempo, que tengamos los recursos suficientes para ello. Por eso, hemos invitado a acordar un pacto fiscal que nos permita mejorar la inversión, recuperar el crecimiento, hemos tomado nota de aquello, y también obtener los tributos justos y necesarios para financiar la seguridad social en donde quienes más tienen contribuyan más.
 
Valoro la disposición de los partidos de Chile Vamos, RN, UDI y Evópoli, de aceptar la invitación a retomar el diálogo político mediante una reunión mañana a primera hora para poder destrabar, en conjunto, de buena fe, la Reforma de Pensiones, el Pacto Fiscal, reforzar la Agenda de Seguridad ya comprometida y, también, mejorar sustantivamente los estándares de probidad sin jamás meter la basura debajo de la alfombra.
 
Quiero destacar, también, la actitud constructiva que hemos visto en quienes, sin ser parte del Gobierno, han dialogado y nos han hecho llegar propuestas, muchas de las cuales hemos acogido, en los cambios en las reformas que hemos presentado porque entendemos que, para poder llegar a acuerdos, todos tenemos que ceder.
 
En ese sentido, la Democracia Cristiana, el Partido de la Gente, el Partido Social Cristiano, CDU, Demócratas y Amarillos, más allá de las legítimas diferencias, han estado permanentemente contribuyendo a generar un clima de mayor entendimiento.  Eso es lo que quieren ver los chilenos y chilenas, acuerdos y no peleas.
 
Por cierto, agradezco a todos los partidos que conforman la alianza de Gobierno por su comprensión a los cambios que siempre son difíciles, su resiliencia y su confianza en el Gobierno y en mí, en particular. Es cierto, ha costado cuajar, a veces las querellas generacionales o declaraciones desafortunadas de uno u otro han mermado las confianzas, pero es hora de dejar todo aquello atrás y avanzar juntos, con mayor cohesión y unidad política. Eso es lo que la patria nos demanda.
 
Para terminar, queridos compatriotas, es necesario ver el contexto internacional. Y, en el contexto internacional, Chile, nuestro país, es un país que se mira como ejemplo y estando en el sur austral del mundo hemos alcanzado niveles de desarrollo que otros países, en esta misma condición, no han logrado. En muchos casos, ese desarrollo frustrado se debe justamente a la falta de acuerdos y generosidad; no nos hagamos zancadillas entre nosotros mismos, por nuestra gente, por nuestro pueblo. Recuperemos la confianza en lo que podemos lograr poniendo a Chile y a su gente por delante de cualquier interés particular.
 
Queridos compatriotas:
 
Mi proyecto de Gobierno no es otro que la búsqueda de los cambios que les permitan a ustedes ser más felices, cambios que nos den más seguridad para habitar nuestras plazas y andar en nuestras calles, más seguridad para hacer frente a las dificultades económicas, más seguridad para vivir dignamente durante todas nuestras vidas.
 
Todo eso es posible y de nosotros depende, y, aquí, este equipo tiene una gran responsabilidad.
 
Muchísimas gracias.