Presidente de la República, Gabriel Boric Font, es entrevistado por el medio español Radio Cadena Ser

15 JUL. 2023
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Presidente de la República, Gabriel Boric Font, es entrevistado por el medio español Radio Cadena Ser

Pregunta: Antes de presentarle, no sé si usted ha tenido que hacer muchos debates para llegar a donde está, debates televisados.
 
Presidente Boric: Muchísimos.
 
Pregunta: ¿Y eran debates de ideas o eran debates como el que hemos visto esta semana en Madrid?
 
Presidente Boric: Siempre hacemos el esfuerzo porque en los debates se trasluzcan las ideas que le dan sentido al que estemos en política, pero la verdad, bueno, depende mucho del formato. Lo que decía la corresponsal inglesa, creo que tiene razón, la política se ha vuelto muy, muy adversarial, no sé si antes habría sido distinto, pero hace difícil buscar puntos de encuentro y bien común más allá de la defensa de las ideologías, que me parece totalmente legítimo.
 
Pregunta: Claro, cómo combates una mentira en el debate si tu adversario de repente dice algo que no es falso y tú sabes que no es falso, por mucho que digas “es mentira”. Es difícil convencer al oyente.
 
Presidente Boric: Es muy difícil, el gran desafío que tenemos desde la política es hablarles a quienes no piensan como uno porque uno tiende a formar audiencias que están ya muy convencidas de lo que uno cree y que celebran todo lo que uno dice. Pero que, a su vez, no están dispuestos a escuchar argumentos y eso va para lado y lado.
 
Yo por lo menos hago el esfuerzo, que a veces por supuesto me cuesta, de escuchar de buena fe la mejor versión del argumento contrario porque entiendo que en la mejor versión del argumento del adversario puede haber algo que además me sirva para aprender y, particularmente, en el cargo que ejerzo hoy eso es necesario para el bien común de un país.
 
Pregunta: El cargo que ejerce hoy es el de Presidente de la República de Chile, es Gabriel Boric. Le agradecemos muchísimo que haya hecho un pequeño hueco en su agenda que seguro es muy ocupada para acercarse a esta mesa. Ayer sé que tuvo tiempo de ir a una librería, me encantaría preguntarle qué libro compró, pero a lo mejor lo meto en problemas.
 
Presidente Boric: No, para nada. Compré varios. Compré uno que me pareció muy interesante respecto de los 8 días que pasaron desde el suicidio de Hitler al término de la guerra, en ese periodo del almirante Dönitz cuando se van a Flensburgo. Compré el último libro de un escritor chileno que no lo había encontrado en Chile, en Madrid, de Alejandro Zambra, Cuentos Infantiles se llama. Compré uno de Antony Beevor, escritor, ¿Antony ha estado acá? He tenido la suerte de leer sus libros. Y uno muy también de un diplomático chileno que estuvo en Madrid en 1939 y cuando termina la guerra lo mandan de “vacaciones” a Alemania, así que no le fue muy bien, pero está muy, muy interesante.
 
Pregunta: En este programa no entrevistamos a políticos, pero hacemos excepciones con personajes que tienen una relevancia internacional, lo hicimos con Obama en su día y lo hacemos con alguien que, al fin y al cabo, si no me equivoco, cuando juró el cargo de Presidente de la República de Chile era el mandatario más joven del mundo.
 
Presidente Boric: Con Sanna Marin, creo, de Finlandia.
 
Pregunta: Sí, pero ganaba usted.
 
Presidente Boric: Puedo ser yo, fui electo con 35 años, que es el límite que establece la Constitución chilena.
 
Pregunta: Cuando uno llega al cargo de mandatario impulsado por una ola de emoción, más que de política, porque en su caso era también una ola de emociones…
 
Presidente Boric: La política es emoción también, no puede estar ajena de aquello.
 
Pregunta: Siempre, y ayer hablamos de esto, ¿ese caudal empieza a agotarse el primer día?
 
Presidente Boric: Cuando está sustentado sólo en emoción y no hay coherencia en las ideas que uno sostiene, efectivamente el derrumbe puede ser muy rápido.
 
Ahora, la política hoy es muy cambiante, hay mucha menor identificación con los partidos tradicionales, mucha menor identidad del ciudadano común con los partidos y, por lo tanto, va cambiando mucho más según las dificultades que se enfrentan en un país. Entonces, lo que ha pasado en América Latina por lo menos, no sé el detalle de Europa, es que, en los 20 años, salvo en los regímenes autoritarios, ha habido en casi todos los países alternancia. Tú lo ves en Argentina, en Colombia, en Brasil, en Chile, en Uruguay. Entonces, es una situación en donde es muy fácil estar enojado con quién está en el gobierno o no sé si es muy fácil, es muy común estar enojado con quien está en el gobierno y eso es parte del arte de gobernar en estos tiempos de exceso de información.
 
Pregunta: ¿Qué parte de esa mente idealista que lleva alguien como usted joven a dar ese paso y llegar tan lejos, llegar a la presidencia de un país, qué parte de repente se da contra un muro cuando llega a ese cargo y dice “hay muchas cosas que yo pensaba que podría hacer y que sé que no voy a poder hacer”?
 
Presidente Boric: Mira, no soy de quienes creen que en la medida en que uno avanza en la trayectoria de la vida va renunciando a los ideales que lo animaban cuando joven. De hecho, en nuestra campaña nos gustaba hablar de o convocar a los jóvenes de todas las generaciones. Sin embargo, creo que la realidad más más fuerte es, uno, hay eventos que uno no controla, la guerra en Ucrania, por ejemplo, que está tan lejos de Chile afectó significativamente la producción de fertilizantes y eso implicó un aumento de los precios de alimentos que influyó en la inflación que ya venía fuerte y en eso yo no tenía nada que hacer, no podía llamar a Putin y decirle: “Sabes qué, nos está afectando la inflación”.
 
Y, por otro lado, la estructura del Estado a veces es muy lenta para tiempos que son tan rápidos y eso genera a veces frustraciones. Y ahí hay una dificultad grande porque uno trata de acelerarlo, pero tiene que acelerarlo con estándares de transparencia y probidad que mantengan la confianza de los ciudadanos o generen confianza de los ciudadanos en las instituciones. Y eso no es fácil ni obvio. Entonces, ahí se genera un choque entre expectativas y realidad.
 
Por cierto, todos los programas, en particular los programas, me atrevería a decir quiénes venimos de cultura de izquierdas tienen un componente de una promesa escatológica o de un mundo soñado que, en 4 años, que es el periodo de gobierno que hay en Chile, es imposible concebir. Entonces, lo que he entendido es que los cambios duraderos, los cambios estructurales que valen la pena son necesariamente progresivos y no de la noche a la mañana.
 
Pregunta: Supongo que uno de los componentes en su cabeza es manejar la decepción, en cierto modo, decepcionar como político y también decepción de que algo en lo que has puesto mucho esfuerzo no pueda sacarlo adelante. Estoy pensando lógicamente en la reforma constitucional, que era uno de los grandes proyectos. ¿Cómo se maneja ese concepto, el de saber que tus acciones están limitadas por la realidad?
 
Presidente Boric: Me gusta citar en política a Albert Camus, que es uno de mis principales referentes intelectuales que cuando escribía en el diario Combat en sus crónicas, en la introducción dice algo así como en la vida -pero yo lo llevo a la política específicamente- la duda debe seguir a la convicción como una sombra. Y creo que es muy importante que el político esté siempre dudando de sus convicciones, pero a su vez el político para ser tal tiene que ser capaz de decidir, de cortar y decir “hasta aquí, no soy un filósofo, dejo de dudar y tomo una decisión y va”. Y eso implica un choque con la realidad que es bien importante y que uno nunca cumple el 100% de sus expectativas. De hecho, ni siquiera el 80, a veces ni siquiera el 70, pero en la medida en que uno logre avances concretos que vayan en mejoras, que viva mejor el pueblo al que gobiernas, creo que puede darse “por satisfecho” y que eso tenga una continuidad.
 
Ahora, sobre el proceso constitucional, hay algo de lo que me siento orgulloso y es que -y lo he repetido mucho- en Chile en el momento de crisis más grande que hemos tenido en los últimos 30 años, desde el retorno de la Democracia, decidimos resolver nuestros conflictos con más democracia y no con menos, cosa que en América Latina no es obvio.
 
Y aun así cuando no fracasa, cuando se rechaza el primer borrador, la primera propuesta que hace la Convención, desde la política se decide intentarlo de nuevo y ahora estamos nuevamente en un Proceso Constituyente que vamos a tener un plebiscito de salida en diciembre, en donde espero que podamos consensuar una constitución de la cual todos nos sintamos parte en Chile.
 
Pregunta: Aunque los redactores no son los que a usted les gustaría, pero luego hablamos de eso.
 
Presidente Boric: Por cierto.
 
Pregunta: Ha pasado una cosa antes en el estudio, se lo contaba fuera de micrófono, y es que por primera vez en todo el tiempo que llevo haciendo radio, estábamos a punto de empezar el programa y han aparecido aquí unos perros, con la policía, a olisquearnos, a Lourdes y a mí y eran los perros antiexplosivos que venían.
 
Presidente Boric: Pero no eran nuestros, eran de la policía española.
 
Pregunta: Esta es una reunión de amigos, antes me contaba el Presidente que le parece una buena idea lo de intentar entender tu país a través de la mirada de gente que viene de fuera. Que, por cierto, no sé qué idea se tiene en Chile de España porque tenemos una historia común o una historia actual muy parecida. Tenemos un conflicto con la memoria histórica, tenemos aniversarios recientes, tenemos una dictadura que no dejamos de olvidar, tenemos gente que quiere olvidarla y quiere no mencionarla.
 
Presidente Boric: Sí. Efectivamente, Chile ha mirado muy de cerca a España y, de hecho, hemos tenido permanentes peregrinajes a uno y otro lado del Atlántico, de políticas y políticos chilenos que van y vienen para allá y españoles que van para Chile. Hay, por cierto, paralelos, la salida de la dictadura en acá en España con los Pactos de La Moncloa y el periodo de Felipe González tienen bastantes paralelismos con lo que fue la Concertación en Chile, con los periodos de Patricio Aylwin, Eduardo Frei y Ricardo Lagos. Y, por cierto, el término del bipartidismo, por lo menos parcial, después de las movilizaciones del 2011, es un fenómeno que también se vivió en Chile.
 
Entonces, hay muchos paralelismos, pero también no hay que eso extremarlo. Acá ustedes tienen un régimen parlamentario, tienen las comunidades autónomas, están en Europa, fueron un imperio, digamos. Nosotros tenemos otra realidad latinoamericana, de la cual estamos profundamente orgullosos y una historia más reciente de sólo 200 años de República. Ayer tuve la suerte de ir a sentarme a un restaurant que había sido fundado en 1725 y pensaba: “es más viejo que mi país”. Entonces, es un poco sorprendente igual.
 
Pregunta: Tenemos muchas más cosas en común, entre ellas que no sabemos cómo ni por qué, pero la ultraderecha de repente está aquí, pensábamos que no llegaría y llega. Ahora charlamos un poco de esto, aquí está Ana, Iñigo, Hans y Sara. Si queréis aquí está Gabriel Boric, podéis preguntar o podéis saludar, lo que queráis.
 
Pregunta: Bueno, Presidente, muchas gracias por venir, por acercarse y espero poder viajar a Chile en algún momento, conozco algunos países latinoamericanos, justo Chile no, pero sabe usted que también en Alemania viven muchos ya hijos más bien de exiliados chilenos que huyeron a ahí. Y como desconozco la realidad chilena, he pedido a una que me diga qué puedo preguntarle al presidente chileno y me hace una pregunta que yo la podría hacer igualmente a Pedro Sánchez y ya hemos hablado de eso, de los problemas de comunicación en política hoy en día.
 
Usted ha realizado varias reformas muy buenas, muy necesarias en pensiones, en impuestos, en sueldos, pero las ha comunicado terriblemente mal, ¿por qué?
 
Presidente Boric: Me encantaría que eso fuera cierto porque la verdad es que todavía no hemos logrado un consenso en una reforma de pensiones y de impuestos. Estamos justamente en este momento dando esa discusión en el Congreso Nacional. Hemos realizado algunas reformas importantes de reducción de la jornada laboral, de 44 horas pasamos a 40 horas semanales, de aumento del sueldo mínimo, de un Royalty a la Minería que permite una mejor distribución de los recursos de las rentas que generan las grandes mineras.
 
Creo que en estos tiempos efectivamente es muy difícil comunicar, pero creo que es muy fácil también desde la política atribuirle a la comunicación los problemas que son netamente políticos. Los políticos decimos: “no, como que no lo dijimos bien”. Pero lo que pasa es que quizás no lo hicimos tan bien.
 
Y nosotros en Chile estamos en un momento yo diría de cambio, en donde lo viejo no termina de morir y lo nuevo no termina de nacer y, por lo tanto, las alianzas políticas aún no cuajan y eso genera algún nivel de incertidumbre que hace efectivamente más difícil darle consistencia a la comunicación
 
Pero eso es un problema político, no es un problema comunicacional, no es que si lo dijera con letras rojas más grandes se comunicaría mejor.
 
Pregunta: Pero ¿cuál es su relación con los medios de comunicación? Porque Javier Martín que es el delegado de la Agencia EFE allá en Chile, también me ha contado que es muy difícil acceder a una entrevista con usted, por ejemplo, en medios chilenos.
 
Presidente Boric: Mi relación personal con los medios de comunicación es una relación institucional. No soy un comentarista del día a día, sino que, y es algo que también me ha costado en el proceso de habitar el cargo, entender de que la palabra del Presidente de la República la tengo que medir en el peso que tiene y, por lo tanto, no puedo estar comentando el día a día.
 
En Chile la mayoría o parte importante de los medios tradicionales son de tendencia más bien, “conservadora” no es la palabra, pero vinculados a las ideas de derecha. En las radios hay una mayor diversidad. Creo que falta mayor pluralismo en los medios. Hace poco llegó PRISA con una filial del diario El País a Chile, en medio digital. Creo que es una muy buena noticia y ojalá que hubiese mucho mayor debate.
 
Tenemos el problema de la desinformación que están viviendo todos los países. Acabamos de convocar desde el gobierno a una comisión asesora para poder discutir cómo enfrentar la desinformación, que ha recibido a su vez muchas críticas porque se presume que habría un intento de censurar, cosa que descarto de plano. Estoy plenamente consciente de que una buena prensa es una prensa que incomoda al poder y, de hecho, a veces me siento incómodo, cosa que está bien. Pero tenemos una relación institucional.
 
En Chile hay plena libertad de prensa y eso es algo de lo que estamos orgullosos y que no va a cambiar con nuestro gobierno.
 
Pregunta: ¿Habló de esto con Pedro Sánchez ayer, de cómo la mayor parte de los medios de comunicación, que es un argumento que has puesto últimamente están vinculados a la derecha?
 
Presidente Boric: No, ayer en particular no conversamos de eso con Pedro, pero la verdad es que uno ve el ecosistema de medios en España y es bastante más diverso que el de Chile.
 
Pregunta: Buenos días, Presidente. Quería volver a ese momento en el que comentaban que la reforma constitucional había quedado en manos de la ultraderecha. Pensando en la sociedad que fue a votar, ¿cree que allí la gente era más de derechas de lo que pensaba, se ha vuelto más de derechas, está simplemente agotada y ya no tiene ganas de más propuestas que no entiende? ¿la izquierda ha fallado a la hora de comunicar o es una mezcla de todo?
 
Presidente Boric: En estas cosas siempre es multicausal, pero creo que es una muy mala práctica que tenemos cuando perdemos elecciones echarle la culpa al pueblo de nosotros haber perdido. Y, por lo tanto, la principal responsabilidad está en quienes no logramos convencer a la mayoría de los ciudadanos de que nuestras propuestas eran mejores para el país.
 
Ahora, en Chile se instauró hace poco un sistema de elección que es con inscripción automática y voto obligatorio, y eso cambió un poco el panorama de la política. Mucha gente que antes no votaba, hoy está obligada a hacerlo y ahí hay un fenómeno que todavía no ha sido suficientemente estudiado que es cómo votan quienes tienen una relación muy distante con las instituciones.
 
Y creo que ahí hay un voto de rechazo a lo establecido en cualquiera de sus formatos que puede haber contribuido a eso, que en un comienzo se tendió hacia la izquierda, después ahora hacia la derecha. Pero espero que encontremos como país un equilibrio y que aprendamos, además, de los errores que como país nosotros mismos hemos cometido. Pensaba también a propósito insisto no del fracaso, porque fue una experiencia muy valiosa en términos de experiencia cívica, del rechazo del primer texto constitucional que propuso la primera Convención, que un aprendizaje para la izquierda es que uno tiene que amar más al pueblo del que es parte que a las ideas propias, en el sentido de que si te alejas demasiado del sentido común, que fue creo que en parte lo que nos pasó, el pueblo te va a decir: “Sabes qué, para ese lado no voy”.
 
Pregunta: Tiene que ser flexible, entonces.
 
Presidente Boric: O sea, flexible, pero coherente, pero más que flexible hay una línea respecto a las tradiciones, respecto a las inseguridades, los temores de la gente que uno tiene que ser capaz de comprender y no juzgar. Entonces, me parece que parte de esos errores cometimos desde los sectores progresistas en la primera Convención. Y hoy se corre el riesgo que pase lo mismo por el otro lado.
 
Espero que seamos capaces de llegar un equilibrio y que lleguemos a una constitución más bien neutra, una constitución que permita que quepamos todos, que no establezca modelos ideológicos y que más bien eso se lo dé al juego de la política y a las elecciones. Y que logremos salir, de una vez por todas, de este vicio de legitimidad de origen que tiene la Constitución que fue impuesta en dictadura de manera fraudulenta en 1980 y que, después, se fue legitimando a través de una serie de reformas en democracia, pero que no es sentida como una constitución de todos los chilenos.
 
Pregunta: Y con eso, ¿qué elementos había en la Constitución que quizás no entiende bien el pueblo? He visto muchos reportajes que hablaban de quizás se pasaron de intentar ir más allá y quizás los chilenos en su casa no querían ir tan lejos. No sé si hay elementos que usted quitaría.
 
Presidente Boric: Primero, discrepo con la formulación inicial de la pregunta, en el sentido de que no creo que la gente no lo haya entendido. Creo que la gente sí lo entendió y lo rechazó, porque cuando uno dice “no lo entendió” es como “no saben lo que hacen”. No. La gente entendió lo que se está votando y lo rechazó y para poder mejorar nuestra capacidad política tenemos que, primero, asumir que ahí hay una derrota política de nuestra parte y no una tontera de parte del interlocutor. Entonces, eso es lo primero.
 
Segundo, creo que efectivamente se defendió una serie de causas que son muy importantes que creo han cambiado la concepción de la política, pero que no lograron cuajar o entrelazarse entre todas para formar un sentir mayoritario, desde las causas ecologistas, indigenistas, feministas y regionalistas a las cuales adhiero. Sin embargo, no logramos generar una unidad transversal en la diversidad de Chile en torno a todas esas causas y eso generó un rechazo que fue mayoritario.
 
Ahora, no pretendo que mi explicación sea la única posible. También, hubo otros factores que influyeron, el tipo de campaña, los recursos, pero el principal problema es político y la derrota la asumo de nuestro sector de pensamiento, no le echo la culpa al empedrado.
 
Pregunta: Es curioso, me sorprende escuchar a un político reconociendo errores, “hemos cometido el error de que no hemos sabido leer lo que el pueblo quería”. Además, teniendo en cuenta que producto de ese error va a llegar una reforma redactada por políticos que no son precisa e ideológicamente afines.
 
Presidente Boric: El reconocer errores, me han criticado varias veces cuando los he asumido. A veces en Chile me dicen “te diste vuelta” y creo que un político cuando se da cuenta que está equivocado por el bien común tiene el deber de rectificar y no seguir empecinado en una idea que se demuestra equivocada. Creo que los principios, y por eso es interesante la discusión que hacían entre ideas y datos, a uno le dan una cierta dirección.  En esto me he hecho en mi cabeza la idea de una travesía marítima del siglo XV, en el sentido en que tenemos un barco en donde sabemos la dirección en la que vamos, pero no está muy clara la ruta ni el clima que nos vamos a enfrentar ni las capacidades de la tripulación. Y, por lo tanto, todo eso lo vamos a tener que ir ajustando también en la medida en que vamos navegando y ahí uno tiene que ser capaz de tener flexibilidad para ir tomando las mejores decisiones y no decir “me voy a ir por este camino, aunque me vaya al despeñadero, porque ya lo tenía decidido de antes”. Esa es una tontera que lleva al fracaso a los países no más.
 
Pregunta: Buenos días, Presidente. Ha mencionado en este autoexamen del camino realizado en la izquierda chilena, uno de los problemas ha sido alejarse del sentido común y otro la prisa de que no hay que querer hacer todo de la noche a la mañana, sino que esto va a más largo plazo. Una de las cuestiones que también genera un debate dentro de la izquierda en este momento es la conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado de Pinochet, que es este año. Eso también ya creado un debate que para nosotros es muy interesante sobre el hecho de cómo mirar al pasado, cómo afrontar una reconciliación. Creo que usted apuesta por una conmemoración inclusiva. ¿Cuál es el debate que se ha abierto allí? ¿Cuáles son los puntos de vista que están chocando en este momento?
 
Presidente Boric: Es tremendamente interesante. Vamos a estar en unas horas más discutiendo esto en la Casa América junto con Joan Manuel Serrat que nos va a acompañar en una conversación y con otras personalidades vinculadas a Chile.
 
Y la verdad es que, primero, hay una herida que no está cerrada. Solo ayer había una noticia en Chile que en un sector del Norte se habían iniciado trabajos para tratar de encontrar cuerpos de personas desaparecidas en 1973. En Chile todavía tenemos detenidos desaparecidos, todavía tenemos gente que no sabemos dónde está, que dejó de estar por pensar distinto a la dictadura.
 
Entonces, hay una herida abierta sobre la cual es necesario conversar. Hay algunos que han llamado a cerrar el duelo, ¿cómo uno le puede pedir a una víctima de tal violencia que cierre el duelo si es que en tu país no ha habido justicia? Bueno, esta frase -no sé a quién se le atribuye- pero “quien no conozca su historia está condenado a repetirla” creo que es brutalmente cierta.
 
Entonces, lo que espero y lo que como Gobierno esperamos de esta conmemoración de los 50 años del Golpe de Estado es, uno, que convengamos todas las fuerzas políticas independiente de nuestras posiciones actuales que los problemas de la democracia se tienen que resolver con más democracia y no con menos y, por lo tanto, un golpe de estado es inaceptable. Eso diría que es una cosa. Y, dos, que nada ni las diferencias más agudas justifican la violación de los derechos humanos de quién piensa distinto ni de nadie.
 
Si logramos esos dos consensos en la sociedad chilena me sentiría satisfecho y eso creo que es lo suficientemente inclusivo, civilizatorio si se quiere, como para poder tener una transversalidad que nos permita tener esta conmemoración reflexiva, en donde cada uno tendrá sus diferentes opiniones, pero que tengamos esos dos consensos.
 
Pregunta: ¿No hay consenso sobre eso?
 
Presidente Boric: Bueno, está por verse. Nosotros vamos a invitar a todos los partidos políticos de Chile a firmar una declaración justamente en ese sentido. Siempre hay quienes tratan de buscar justificaciones según el contexto del quiebre de la democracia y creo que el quiebre de la democracia de un gobierno legalmente constituido y que ejercía democráticamente sus funciones es sencillamente inaceptable.
 
En Chile ayer uno de los convenios que firmamos con el Gobierno de España fue un intercambio en materia de memoria. Chile construyó durante el gobierno de la Expresidenta Michelle Bachelet un Museo de la Memoria que recuerda y hace un recorrido respecto a lo que fue el quiebre de la democracia en Chile y las violaciones a los derechos humanos. Y nos contaban que acá no hay un símil en España, que también en España efectivamente ha habido un debate muy duro. De hecho, ayer veía una de las cartillas de uno de los candidatos que decía “vamos a revisar ciertas leyes y aquellas que hayan contado con el apoyo de Bildu como la Ley de Memoria, vamos a ver si es que hay que cambiarla”.
 
Creo que es necesario no olvidar y seguir buscando la justicia. Eso es algo en que nosotros, por lo menos, vamos a insistir.
 
Pregunta: No sé si le decepciona personalmente que un país con un pasado tan oscuro y tan reciente, sea ahora el mismo marco en el que está creciendo la ultraderecha. En España también nos pasa, hemos visto como la ola de ultraderecha asolaba a Europa, llegaba a Europa, pensábamos que estábamos a salvo y de repente están aquí. En Chile pasa igual, pero es que hace todavía menos tiempo en Chile, hace sólo 50 años que se conmemora, en septiembre, el Golpe de Pinochet.
 
Presidente Boric: Esto es un fenómeno que está pasando en muchas partes, en diferentes formatos, no todas son asimilables, vimos lo que pasó en su momento en Brasil, ahora en Argentina también hay algunos indicios de eso, en Estados Unidos, en Chile. Bueno para qué decir en Europa, lo que está pasando en Hungría o ahora en Alemania con el AFD y acá en España, en Italia, etc. Entonces, no creo que sea un fenómeno solamente local.
 
Esto es complejo, pero todas las fuerzas políticas, por lo menos en las democracias occidentales como las conocemos y de las cuales estamos orgullosos con todos sus defectos, tienen que comprometerse a respetar las condiciones del juego democrático. Y creo que en la medida en que ese respeto se mantenga por muy contrarias que sean sus posturas, nosotros tenemos que debatir de igual a igual y no sencillamente tratar de negarlas porque decirles “Ultraderecha, no debato contigo”. El problema es que el fenómeno de la migración, de la seguridad, del escepticismo frente a la crisis climática, por ejemplo, desgraciadamente le está haciendo sentido a mucha gente. Y eso significa que nosotros no hemos hecho el trabajo lo suficientemente bien. Entonces, lo tomo como un desafío más para nosotros que solamente la negación del contrario.
 
Ahora, esto lo digo con militante, pero como Presidente de la República por sobre todo. Creo que el ascenso de la ultraderecha no lo vamos a solucionar solamente apuntándolo con el dedo y diciéndole “ustedes son tal”. Tenemos que ser capaces de convencerlos.
 
Pregunta: Hay que hablar con ellos, entonces.
 
Presidente Boric: O sea, déjame contarte una experiencia que acabamos de tener en Chile y que me parece muy interesante. En Chile tenemos un conflicto grande, difícil e histórico, desde hace mucho tiempo, en nuestra relación con todos los pueblos indígenas, en particular con el pueblo mapuche. Y acabamos de lanzar una comisión que se llama la Comisión por la Paz y el Entendimiento para poder establecer cuáles son las tierras que efectivamente son reclamadas por los pueblos originarios y qué tierras efectivamente pueden ser restituidas y cuáles no. Y para esa comisión que está integrada por un número reducido de personas, invitamos primero a todos los partidos con representación parlamentaria, dentro de los cuales está la ultraderecha a firmarlo y lo firmaron. Y lo firmó el Frente Amplio, el Partido Comunista, la Democracia Cristiana, el Partido Republicano -que es el equivalente a VOX acá- y eso me parece que en la medida en que entren dentro de esos debates, vamos a poder debatir en términos de convencer a la mayoría del electorado.
 
Hoy, lo decían ustedes, en el consejo constitucional, el Partido Republicano, que es la ultraderecha chilena, obtuvo mayoría. Si yo sencillamente me dedico a apuntarlos con el dedo y decirles “ustedes son tal por tal”, no le hablo a esa mayoría o primera minoría, digamos, porque no es una mayoría absoluta, que los eligió. Tengo el deber de tratar de entender cuáles son esos temores, qué es lo que están representando. Si no solamente uno los victimiza y los hace crecer.
 
Pregunta: Hemos empezado hablando del ejercicio de la política y de cómo hay que rebajar a veces las expectativas, cómo hay que aprender de las derrotas, hablar con el contrario. En su gobierno también hay algún caso, hay acusaciones de corrupción, cosas muy parecidas a las que han pasado en España, por fundaciones cercanas que reciben ayudas y subvenciones. ¿Los elementos de corrupción son endémicos al poder? ¿siempre va a haber gente que se acerque a los gobernantes para intentar sacar partido?
 
Presidente Boric: Es una pregunta sobre la naturaleza humana que no estoy en condiciones de responder. Lo que sí puedo decir es que en nuestro gobierno cualquier acto de corrupción merece total repudio independiente de quién lo haya realizado. Y la corrupción no consiste solamente en llevarse plata pública para la casa para comprarse un Ferrari, sino que también hay formas de corrupción que son más sutiles, que son igualmente peligrosas y que desprestigian profundamente o corroen profundamente la política y la confianza en las instituciones que es que lo que creo que ha pasado en Chile en este caso, en donde hay personas que han utilizado fondos públicos para crear redes de poder clientelares, sin además tener las competencias para ello.
 
Eso lo tendrá que determinar la justicia cuál es el tipo penal, pero lo que como Presidente de la República afirmo de manera muy categórica es que cualquiera que esté en esto, sea de mi partido político, sea de un partido contrario, sea una persona cercana a mí o no, tiene que ser investigado y en caso de ser culpable tiene que ser condenado.
 
Además, esto nos tiene que servir para poder mejorar el estándar de la colaboración de la sociedad civil con el Estado porque eso es lo que está en discusión ahora en Chile. Cómo el Estado llega a lugares que le es difícil con las herramientas institucionales estatales y cuál es el espacio de colaboración que le cabe a la sociedad civil en eso y cómo esos estándares de transparencia son más altos para que no quepa dudas de que no haya aprovechamiento ahí.
 
Pero acá hay que lograr, yo diría, dos principios en esto: caiga quien caiga y, por otro lado, no meter a todo el mundo en el mismo saco. Porque acá es muy fácil decir, me gustó mucho lo que decías: aquí en este programa se defiende a los políticos porque cuando un político o cuando un empresario comete un acto de colusión o de corrupción, dicen “todos los empresarios son iguales, todos los políticos son iguales” y la verdad es que eso le hace muy mal a la democracia. No todos somos iguales.
 
Esas distinciones finas hay que poder hacerlas y hay que tener proporción respecto de cuál es el tipo de delitos o faltas que se cometen.
 
Pregunta: Y muchos están en política para cambiar al mundo, que es lo que queremos todos. Que no ha sido tan grave ¿no? ¿lo ha pasado bien?
 
Presidente Boric: ¿No ha sido tan grave la Presidencia o estos 50 minutos?
 
Pregunta: No, estos 50 minutos no lo hemos puesto en aprietos. ¿Cómo llegó a lo de la seguridad? Ahí rodeado de gente, no poder entrar en sitios.
 
Presidente Boric: Tengo una muy buena relación y agradecimiento con la seguridad, pero efectivamente es una renuncia a la autonomía personal que me cuesta todavía. Pero por lo menos en Chile trato de mantener una vida dentro de lo que se puede lo más normal posible. He ido al estadio, voy a restaurantes cuando puedo, trato de caminar o andar en bicicleta. Me dijeron una vez, de mi seguridad, que hay países en donde el presidente debe adaptarse a la seguridad producto de las condiciones propias del país y hay otros en donde la seguridad debe adaptarse al presidente. Y, afortunadamente, Chile es más bien lo segundo.
 
Pregunta: Pues, suerte en el acto en Casa de América con Joan Manuel Serrat, que por cierto está sonando de fondo. Le agradezco mucho la visita al Presidente de la República de Chile, Gabriel Boric. Si se encuentra con unos perros a la salida son nuestros, no son suyos y suerte con todo en Chile. Un abrazo.
 
Presidente Boric: Un gustazo. Vamos a proponer este formato de conversación, me parece muy interesante traer miradas de afuera para poder entender lo que pasa en tu propio país. Muy interesante.
 
Presidente Boric: Abrazos.