Presidente de la República, Gabriel Boric Font, recibe los resultados del Ejercicio de Anticipación “Chile Crea Futuro” del CTCI
29 JUN. 2023
S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, recibe los resultados del Ejercicio de Anticipación “Chile Crea Futuro” del CTCI.
Muy buenos días a todos y a todas, autoridades, científicos, a los académicos, a los representantes del mundo empresarial y de la sociedad civil.S.E. el Presidente de la República, Gabriel Boric Font, recibe los resultados del Ejercicio de Anticipación “Chile Crea Futuro” del CTCI.
No alcanzo a distinguirlos a todos porque las luces me ciegan completamente, pero vi por ahí a Martín Pérez, compañero científico de muchas batallas. No sé bien quién está presente, pero me alegra mucho este informe, me alegra mucho que haya espacios en donde podamos encontrarnos para reflexionar, más allá de las diferencias en donde la polarización o las trincheras en las que, muchas veces, la contingencia nos pone, o nosotros mismos nos ponemos, se diluyen y nos permiten pensar en lo que tenemos en común, que es este territorio que habitamos que es tan hermoso.
Como dijo, en su momento, la arqueóloga Grete Mostny, primera mujer en dirigir este museo: “Desde sus principios, el Museo de Historia Natural fue un museo para el pueblo de Chile para que podamos conocer a nuestro país en su larga trayectoria”. Y creo que ejercicios como este apuntan, justamente, en esa dirección, cuando pensamos que conocer no es solamente conocer el pasado, sino también atrevernos a pronosticar el futuro. Y los escenarios probables a 2050 creo que es un ejercicio de anticipación demasiado necesario.
Nos decía la presidenta del Consejo CTCI, Silvia Díaz, que “Chile crea futuro” busca responder a la pregunta de qué es lo que tenemos que cuidar y cómo podemos procurar un futuro de bienestar para la población.
Silvia, nos leía uno de los cuatro escenarios planteados, el más optimista. Sin embargo, el informe plantea tres otros escenarios que, me imagino, no son escenarios cerrados, sino que debe haber una gradiente entre todos ellos y lo bonito es que depende de nosotros. No estamos condenados de manera inexorable, como un cuento de Borges, a un destino trágico, sino que podemos, a partir de nuestra voluntad, de nuestro esfuerzo y, en la medida en que colaboremos, moldear nuestro futuro y que el escenario del que daba cuenta Silvia sea, efectivamente, hacia donde nos dirijamos.
Pero si lo hacemos mal podemos encaminarnos hacia otro, uno en donde el Estado sea frágil, en donde las comunidades actúen de manera autónoma, no en el buen sentido de la palabra, sino en un sálvese quien pueda, en donde no distribuyamos de manera justa los recursos y eso, sabemos, por las trayectorias de la experiencia comparada, es totalmente posible.
Les invito a que logremos levantar la cabeza y mirar más allá de los tiempos electorales, más allá de los tiempos de la televisión, que pensemos en el futuro que nos convoca en las tremendas posibilidades que tenemos en Chile. Siempre cuando se habla de las posibilidades de Chile en foros oficiales o foros internacionales se pone mucho el acento en términos económicos, se pone mucho el acento en materia de lo que podemos hacer en materia de litio, en hidrógeno verde, en energías renovables que, por cierto, es muy desafiante y muy interesante, pero nos olvidamos de poner el centro en las personas; cómo vamos a hacer para que los pueblos que habitan en nuestra patria puedan ser más felices.
Ahora, este ejercicio de anticipación es tremendamente pertinente a propósito de lo que, como bien recordaba Silvia, hemos estado viviendo estas semanas con las lluvias. Yo le decía a la ministra Carolina Tohá que me interesaba mucho que hiciéramos una evaluación porque cuando salieron las primeras noticias de que el fenómeno del niño se veía particularmente amenazante durante este periodo, no solamente para Chile, sino, en particular, para la costa del Perú que pareciera que va a ser muy duro, le pedí que hiciera un Cogrid preventivo —esto hace como un mes, aproximadamente— y le decía ahora que me gustaría que evaluemos si ese Cogrid preventivo efectivamente ayudó a que funcionaran de mejor manera las diferentes herramientas del Estado, de cara a la emergencia que tuvimos.
Cuando vamos a terreno, estuve, por ejemplo, en Coltauco, en Licantén y en los sectores rurales de Licantén una de las cosas que nos decían que me llamaba mucho la atención es que si hoy día tenemos la suerte de no estar lamentando tantas víctimas fatales —las dos víctimas fatales que tenemos confirmadas hasta el momento producto de las lluvias son producto de caídas de árboles, uno, ustedes saben, en Peñalolén y otro de un trabajador en Concepción— fue porque el Estado funcionó y porque los sistemas de alerta se activaron a tiempo, y porque cuando subió el río Mataquito a las 6:20 de la mañana en la Séptima Región, en los sectores rurales de Licantén, a la gente se le había avisado la noche anterior y se habían podido realizar las evacuaciones. Incluso, en algunos casos, “pecamos de exceso de prevención” como fue el caso de Constitución.
Sin embargo, eso yo creo que es positivo y habla de los aprendizajes del Estado. Y, ahí, el alcalde de Rengo me decía algo que creo que es importante ponerlo en discusión. Rengo, en uno de sus sectores, estaba muy, muy golpeado, en las casas el barro había llegado hasta acá, aproximadamente, y él me decía que nunca antes el Gobierno se había desplegado tan rápido en la ayuda. Yo miraba esa declaración con algo de distancia porque esto no es un logro del Gobierno, un logro de nuestro Gobierno, de este Gobierno que tengo el honor de encabezar, sino que es un aprendizaje del Estado, es un aprendizaje de todas las catástrofes anteriores. No es que ahora de la nada los hayamos hecho mejor, es que el Estado ha ido mejorando sus estándares a partir del aprendizaje que ha tenido en cada una de estas experiencias.
Y, por eso, es importante que nos demos estos espacios de reflexión porque somos un país muy susceptible de enfrentar crisis que van más allá de nuestra voluntad; terremotos, lluvias, sequías, etc. Hay otras crisis que son producto de, más bien, los errores de la voluntad de personas, pero, en este caso, en las que no dependen de nosotros, sí podemos enfrentarlas y tener mejores protocolos, mejor resiliencia y coordinarnos mejor.
Ese aprendizaje tiene que ver con discusiones como la que ustedes en el CTCI han dado y han incentivado, abriéndolo, además, más allá de los 14 consejeros del CTCI. Entonces, realmente lo valoro muchísimo. Me voy a dar el tiempo, en medio de la vorágine de estos días, de leer el informe completo y de que podamos trabajarlo. Instancias como esta y como el Congreso del Futuro que realiza una pega tremendamente valiosa en estos debates me parece que son súper, súper importantes.
Por eso, quiero que sepan que las cinco líneas a las que hacía referencia Silvia nos las vamos a tomar muy en serio. Permítanme recordar brevemente parte de ellas. Cuando se llama a mejorar las capacidades estratégicas del Estado, a fortalecer la institucionalidad para la incidencia de la ciencia, la tecnología, el conocimiento y la innovación, a tener territorios más fuertes, el ordenamiento territorial es fundamental.
Déjenme ponerles un ejemplo, en particular en Licantén, en donde el hospital se inundó de nuevo. Me contaba la gente, la comunidad de Licantén que el 2008, cuando se había inundado la vez pasada, les habían prometido que iban a construir un nuevo hospital en otro lugar y, producto de las contingencias de la época, eso finalmente no se logró. Qué importante es que el ordenamiento territorial nos advierta de los riesgos que tenemos en nuestro país, lo vimos también, por ejemplo, en el caso del incendio en Viña del Mar en donde había construcciones en quebradas donde no debiera haber construcciones, pero ¿cuáles son las alternativas que ofrecemos como Estado? porque eso no se soluciona solamente con iniciativas individuales.
Esa es la reflexión de lo colectivo que tenemos que tener. Si vamos a un sálvese quien pueda, cada quien va a hacerlo a su manera y sin tener una visión de conjunto. Por eso es importante que el Estado tenga legitimidad, por eso es importante que la acción del Estado tenga sentido para la gente y entregue respuestas oportunas a la gente.
Por eso, a su vez, es tan preocupante cuando hay personas que defraudan esa confianza a partir de actuaciones irregulares o derechamente delictuales porque cuando se ve deteriorada esa confianza todos perdemos, independiente del color político de quien lo realiza.
Por eso, yo creo que es importante fortalecer la confianza y para fortalecer la confianza hay que hacer bien la pega. Ese es el desafío que yo, por lo menos, me he impuesto y con el que estamos trabajando con nuestros colaboradores para poder sacar adelante los tremendos desafíos que tenemos como país, en particular siendo Chile uno de los países más expuestos a las consecuencias de la crisis climática.
Así que, valoro muchísimo este trabajo, lo agradezco mucho y me comprometo a que lo vamos a tomar profundamente en serio.
Un abrazo grande y vamos a seguir conversando sobre estos temas.
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