Presidente Piñera da inicio al año escolar 2022 con retorno de clases presenciales para todos los alumnos

2 MAR. 2022
Descargar Audio Discurso Descargar Transcripción

S.E el Presidente de la República, Sebastián Piñera, acompañado del Ministro de Educación, Raúl Figueroa, da inicio al año escolar 2022.

Muy buenos días:
 
Quiero saludar con mucho cariño, y hoy día es un día de esperanza e inspiración, al Ministro de Educación, a la Directora de este colegio, al señor Alcalde de la comuna, a los padres y apoderados, a los profesores, pero por, sobre todo, a los niños que son la alegría y la esperanza de nuestro país.
 
Quiero partir por decir que hoy es un día muy especial porque hoy día tres y medio millones de niños chilenos inician su Año Escolar, hoy día o los días que vienen. Pero lo más importante es que la educación es la madre de todas las batallas, lo sabemos todos, si no logramos mejorar la calidad de nuestra educación no le vamos a poder dar a nuestros niños el derecho a desarrollar todos sus talentos, a cumplir sus sueños, a tener una vida por delante llena de oportunidades y no les vamos a permitir que puedan ser plenos, felices y cumplir sus objetivos en este mundo.
 
Por eso hoy día 3,5 millones de niños y jóvenes, porque es el primer día de clase escolar este año 2022, van a obtener el privilegio que todos recordamos con tanta nostalgia en la sala de clases, en los pasillos, en los patios, en los colegios entre abrazos y expresiones de alegría, se van a reencontrar con sus profesores, con sus amigos, con sus compañeros y volver a tener la vida que todos queremos tener.
 
Uno recuerda con mucha nostalgia los tiempos del colegio y muchas veces los amigos del colegio son los amigos que nos acompañan durante toda la vida, porque compartimos con ellos mucho más que educación, fue una vida, fue una experiencia, fueron los recreos, fueron los lugares de recreación.
 
Por esa razón, hoy también va a ser un día muy especial para muchos, miles y miles de padres porque sus pequeños hijos, por primera vez en sus vidas, van a experimentar la emoción de separarse de sus padres y empezar a vivir la aventura de la vida en su primer día de clases.
 
Todos hemos conocido esa experiencia. Uno siempre recuerda cómo fue su primer día de clase. Hoy día en la mañana pasaron por mi casa muchos nietos que les tocaba su primer día de clases y mirarles los ojos de alegría, de expectativas, era algo que llena el alma y el corazón de mucha alegría.
 
Porque en este primer día de clases, la escuela se convierte no solamente en el segundo hogar, sino que realmente para miles y millones de niños la escuela es una aliada de los padres en la formación y la educación de sus hijos.
 
Este miércoles 2 de marzo comienza un nuevo año para aprender nuevos conocimientos, nuevas destrezas, nuevos mundos, nuevos horizontes. Ésa es la aventura de aprender y también la aventura de educar, que son los dos lados o las dos caras de la misma medalla.
 
Porque este martes vamos a poder también no solamente que los niños puedan aprender, conocer, experimentar, descubrir, sino que también la escuela es un lugar de crecimiento, de maduración. La escuela es un lugar donde las personas pueden crecer emocionalmente porque están con sus compañeros, porque tienen que estudiar, tienen que practicar las tareas que los profesores les indique y, al mismo tiempo, jugar con sus compañeros, compartir experiencias. Es una cosa que uno realmente recuerda para siempre porque es un elemento esencial en el desarrollo de los niños.
 
Los momentos más duros de la pandemia significaron, en algún momento, el reemplazo de la educación presencial por la educación a distancia o virtual. Era muy necesario porque la primera prioridad de nuestro Gobierno ha sido siempre proteger la salud y la vida de todos y cuando la pandemia arreciaba y no estábamos en la carrera por la vacunación, recurrimos a la educación a distancia.
 
De hecho, quiero felicitar al Ministro de Educación porque, en muy pocos días, montamos un sistema que permitió a millones de niños poder tener educación a distancia que era lo único que podíamos ofrecerles, dado las características que tenía la pandemia.
 
Pero lo cierto es que esa educación a distancia nunca, nunca reemplaza o equivale a la educación presencial y así se fue generando una brecha, una pérdida en la calidad de la educación, pero también una brecha en la calidad de la educación para distintos grupos de niños en nuestro país.
 
Y eso no es algo que podamos permitir o tolerar, no solamente cayó la calidad educación, sino que se ampliaron las brechas entre los que tenían acceso a la educación digital o a distancia y los que no la tenían o la tenían con mucha restricción.
 
Por eso es tan importante tener plena conciencia que no es lo mismo la educación presencial que la educación a distancia, como tampoco es lo mismo saludar a una persona en forma virtual o saludar a una persona en forma real. No es lo mismo compartir con una persona virtualmente o realmente. En fin, no es lo mismo visitar un parque virtualmente que visitar un parque en forma presencial.
 
Pero en este caso particular es un hecho esencial que ha sido demostrado una y otra vez. No lo decimos solamente nosotros, lo dicen todos los organismos expertos en educación como es el caso de Naciones Unidas, UNESCO o UNICEF, lo dicen los expertos en todas partes del mundo.
 
Y por eso nuestro compromiso con volver a clases, pero volver en forma segura. Ése ha sido el trabajo, la lucha que hemos estado dando durante mucho tiempo.
 
¿Cuáles son los daños que produce la educación a distancia? Primero, se pierde calidad en la educación y eso a lo mejor no se recupera nunca más.
 
En segundo lugar, hay un daño emocional porque el niño tiene que estar en un ambiente con sus compañeros, con recreo, con juegos, con risas y no simplemente frente a una pantalla.
 
Hay un daño alimenticio porque la escuela es un lugar donde se provee alimentos a los niños que, a veces, no tienen acceso sin poder estar en la escuela.
 
Hay un daño en la salud mental que está absolutamente acreditado y también, sin dudas, es importante, y esto quiero enfatizarlo, que la escuela es un lugar seguro y hemos tomado todas las precauciones y todos los protocolos para que la escuela sea un lugar seguro.
 
Obviamente que no hay ningún lugar 100% seguro en el mundo, pero la escuela es uno de los lugares más seguros que tienen la inmensa mayoría de nuestros niños para poder hacer y desarrollar sus vidas.
 
Por otra parte, nada reemplaza, como yo les decía, nada reemplaza esa rutina que todos recordamos, eso de estar físicamente presente en la sala, de poder mirarle la cara a los compañeros, de poner atención, de tomar apuntes, de preguntarle al profesor, de salir a recreo, de conversar, de jugar con los compañeros
 
Y, además, sabemos muy bien que en muchas casas ese ambiente educativo no se logra generar o a veces no tienen ni siquiera las conexiones o los computadores adecuados.
 
Por todo eso, el año pasado pusimos en marcha más de 50 medidas para promover una educación segura y presencial de forma tal de poder recuperar todo lo que esta pandemia nos ha costado en el campo de la educación. Por ejemplo, priorizamos la vacunación de los profesores y de los niños, establecimos un seguro escolar de COVID-19 y entregamos a todos los niños un kit sanitario de protección, ampliamos los presupuestos para que las escuelas pudieran adecuarse en su infraestructura y en sus procedimientos a esta escuela segura y, también, establecimos un fondo que se denominó Yo Confío En Mi Escuela y un Fondo de Retorno Seguro para prepararnos para este día que hoy día estamos compartiendo y celebrando.
 
Gracias a todo este esfuerzo, Chile se ha posicionado como uno los países pioneros en reimpulsar la presencialidad, y eso lo reconocen los organismos internacionales y lo están comprendiendo todos los países del mundo que se han comprometido con volver a una educación presencial y segura.
 
Pero, por eso, es que esta apertura de nuestro Sistema de Educación ha sido muy reconocida y muy apreciada, y muchos países nos consultan cómo lo hicimos o cómo lo estamos haciendo para aprender de nuestra experiencia.
 
El retorno a clases que van a tener los niños hoy día es un retorno en que la seguridad ha jugado un rol primordial. Este año el Ministerio de Educación presentó a todos los colegios, liceos y escuelas de nuestro país un Protocolo de Medidas Sanitarias y de Vigilancia Epidemiológica para poder prevenir, cuidar y proteger a nuestros niños que es algo que no solamente los padres, todos los seres humanos queremos proteger a nuestros niños.
 
Y Chile ha sido uno de los países del continente, bueno, que antes y en forma más masiva y profunda inició la vacunación de los niños. Chile es de los pocos países que está vacunando a los niños desde los 3 años. Y para eso hemos hecho un enorme esfuerzo por encontrar las vacunas seguras, por lograr que esas vacunas sean estudiadas y que el Instituto de Salud Pública pueda aprobar esa vacuna como una vacuna segura y eficaz.
 
Chile ha sido, como yo les decía, un país en que ha logrado ya que más del 90% de sus estudiantes escolares ya cuentan con su esquema de vacunación completo. Muy pocos países en el mundo pueden decir lo mismo.
 
Y, además de eso, además de este esfuerzo de seguridad, hemos hecho un esfuerzo gigantesco por preparar los establecimientos para este retorno de los niños, para que sea un retorno feliz, un retorno necesario, pero también un retorno seguro.
 
Por eso, hoy queremos hacer un llamado a todos los padres y apoderados que juntos podemos lograr que los niños vuelvan a clases, recuperen sus vidas, recuperen su aprendizaje, se reencuentren con sus compañeros, recuperen la alegría y la inocencia de la juventud y, al mismo tiempo, se haga en forma segura. Y eso es un esfuerzo conjunto entre la escuela, los padres, los niños y el Gobierno que ha provisto y ha complementado con todos los elementos necesarios para lograr esa ecuación.
 
Finalmente, tenemos plena confianza en que los padres saben muy bien que lo mejor, el mejor legado, la mejor herencia que le pueden dejar a sus hijos es una buena educación, eso lo sabemos todos.
 
Y, por eso, yo, como Presidente de Chile, tengo tanta confianza en las decisiones que toman los padres. Los padres son los que más quieren a sus hijos, son los que mejor conocen a sus hijos y, por tanto, son los que mejor toman decisiones para sus hijos.
 
A mí siempre me sorprende y me emociona cuando llego a los últimos rincones de Chile y me encuentro con hogares muy humildes y le pregunto a la madre en qué colegio está su hijo y me lo dice de inmediato y porqué y me hace una verdadera clase magistral de porqué ése es el mejor colegio para su hijo. Porque las madres y los padres sabemos muy bien que darles buena educación a nuestros hijos es, tal vez, de la tarea más importante que cumplimos en esta vida.
 
Y, por eso, también, defendemos con tanta fuerza y con tanta pasión el deber y el derecho preferente de los padres a formar a sus hijos y el deber y derecho preferente de los padres a elegir la educación de sus hijos. Nadie elige mejor, nadie sabe que es mejor, nadie lo hace con tanta dedicación y cariño cuando se trata de los hijos que sus propios padres.
 
Quisiera, también, mencionar, hacer un breve balance de lo que hemos logrado estos 4 años en materia de Educación. Siempre hemos sabido que la educación es el instrumento más poderoso, es el instrumento más efectivo para igualar la cancha, igualar oportunidades, para permitir que los talentos que los niños tienen se puedan desarrollar en plenitud.
 
Recuerdo ese ejemplo que daba un gran pensador hindú de que, a veces, se transforma a los niños en una especie de bonsái, se los pone en un macetero que no es suficiente para que puedan desplegar todas sus raíces. Cuando no hay buena calidad de educación los niños no pueden desplegar todos sus talentos y eso es algo que realmente debemos evitar.
 
Y por eso, porque tenemos la convicción de que es la herramienta más poderosa de desarrollo personal, desarrollo de talentos, crecimiento, búsqueda del mundo, mejoría en el alma de las personas, y, además, es el instrumento más poderoso para el desarrollo integral, inclusivo y sustentable de los países, es que el esfuerzo en educación tiene que ser una batalla, tiene que ser un compromiso de toda la sociedad.
 
Nosotros hemos hecho los mejores esfuerzos y hemos usado todos los instrumentos a nuestro alcance para mejorar el acceso y la calidad de la educación en todos sus niveles con medidas como, por ejemplo, el proyecto de kínder obligatorio que ampliaba de 12 a 13 años la educación que reciben los niños, que todavía no hemos logrado aprobarlos en el Congreso, aun cuando la reforma constitucional que enviamos hace muchos años atrás fue aprobada en forma unánime. Todavía no hemos logrado que el Congreso apruebe esta extensión de la jornada escolar para todos los niños de Chile en forma gratuita y, así, igualar, también, la cancha.
 
El proyecto de ley que establece un sistema de subvenciones para los niveles medios de educación parvularia, que mejora la cantidad recursos, mejora los estándares, mejora los requisitos.
 
También a nivel escolar, los Liceos Bicentenario. Tenemos 320 Liceos Bicentenario, éste es uno de ellos. Los Liceos Bicentenario no existían hace 12 años atrás y hoy día los Liceos Bicentenario son, tal vez, el mejor instrumento que tenemos a lo largo y ancho de Chile para que la buena calidad de la educación llegue a todos los rincones de nuestro país porque los Liceos Bicentenario tienen una estructura distinta y, usted, señora Directora, la conoce muy bien.
 
Yo me recuerdo cuando creamos los primeros Liceos Bicentenario yo, personalmente, me reunía con el director, con los profesores y les pedía un compromiso con la excelencia, un compromiso del director o directora, de los padres y apoderados, de los profesores y de los alumnos que íbamos a buscar todos juntos la excelencia. Y realmente ha sido notable ver cómo, cuando se le da una oportunidad a la calidad de la educación, esa calidad de la educación llega para llenar los espacios.
 
De hecho, en la última postulación al Sistema de Admisión Escolar los Liceos Bicentenario recibieron casi 4 veces más aplicaciones como primera preferencia de los padres. Y, además, en el último proceso de admisión de la Prueba de Transición en 12 de las 16 regiones de Chile el mejor colegio municipal fue un Colegio o Liceo Bicentenario de Excelencia.
 
O sea, en 12 años han logrado un nivel de calidad y queremos seguir expandiendo para que la calidad de la educación no se quede solamente, como era antes, en algunos Liceos Emblemáticos, casi todos en la ciudad de Santiago, sino que pueda llegar a todos los rincones de nuestro país.
 
Y, desgraciadamente, los Liceos Emblemáticos, que eran liceos de excelencia, muchos de ellos han dejado de serlo, porque no siguen ese modelo, porque hay demasiadas tomas, demasiada violencia, demasiada indisciplina. Ése no es el camino para que los niños se desarrollen en plenitud.
 
Y tal como pusimos en marcha estos programas, también pusimos en marcha un programa que se llama Escuelas Arriba, que es para ayudar a las escuelas de peor rendimiento a que recuperen el terreno perdido, a que recuperen el tiempo perdido y que se pongan a la par con la calidad de la educación para no dejar a ningún niño atrás.
 
Impulsamos, también, el Programa Leo Primero para que los niños aprendan a leer durante el primer año básico. Es esencial que en el primer año básico los niños aprendan a leer porque ése es el pilar, la base sobre la cual se va construyendo todo el resto del conocimiento. Si un niño no sabe leer y le seguimos enseñando vamos a estar construyendo sobre arena. Si sabe leer vamos a estar construyendo sobre roca.
 
Y lo mismo hicimos en materia de conocimientos matemáticos y científicos.
 
Quiero terminar estas palabras recordando las palabras de un hombre al cual creo que todos admiramos mucho, que fue un gran líder de la libertad, Premio Nobel de la Paz, Nelson Mandela, quien dijo: “La educación es el gran motor del desarrollo personal, es a través de la educación como la hija de un campesino puede convertirse en doctora, como el hijo de un minero puede convertirse en el director de la mina, como el hijo de un trabajador agrícola puede llegar a ser Presidente de la República”.
 
Y tiene razón Mandela, la educación tiene esa capacidad maravillosa de igualar oportunidades y de desatar la capacidad que todos desarrollen en plenitud sus talentos porque, al fin y al cabo, y esto lo sabemos y nunca debemos olvidarlo, una mala educación conduce, muchas veces, a un mundo de frustraciones, una buena educación conduce a un mundo de oportunidades y eso es lo que queremos para todos y cada uno de los niños y niñas de nuestro país.
 
Muchas gracias.