Presidente Piñera participa de Asamblea anual ARCHI

1 DIC. 2021
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, participa de Asamblea anual ARCHI.

Muy buenas noches, señor presidente de ARCHI, señor secretario general, señores ex presidentes o directores, señores ministros, senadores, diputados, pero muy especialmente esos hombres y mujeres, más de 1.800 radiodifusores, que todos los días le dan alma y vida a la radio en Chile.
 
Me ha tocado participar muchas veces en estos encuentros de ARCHI, recordábamos por el presidente, Aysén, Magallanes, Iquique, pero la verdad es que son muchas más.
 
Pero hoy día es un momento muy especial y por eso quiero saludar cariñosamente a esos más de 1.800 radiodifusores de Chile que están agrupados en ARCHI, la asociación de medios de comunicación con más experiencia, más antigua en nuestro país que, como dijo el presidente, el próximo año se cumplen 100 años desde la primera transmisión oficial de radio en Chile por dos ingenieros muy pioneros y muy idealistas, Arturo Salazar y Enrique Sazié.
 
Pero a lo largo de su historia, muchas veces yo he escuchado vaticinar que la radio va a dejar de existir. Se dijo cuando apareció la televisión, se dijo cuando aparecieron los medios digitales, se ha dicho tantas veces y, sin embargo, aquí está la radio en Chile y esta asociación de radiodifusores más fuerte y con más esperanza y voluntad que nunca.
 
Esto no es casualidad porque la verdad es que la radio es el mejor amigo o la mejor amiga que tenemos en este mundo: nos despierta en la mañana, nos informa, nos acompaña, nos levanta el ánimo, nos toca música, nos sensibiliza. Y ésa es una relación que uno siente muy directa, muy cercana, muy personal. Tal vez, ahí está el milagro de la radio, en esa cercanía, esa sensación de intimidad que genera con los auditores.
 
Y es por eso que la radio es el medio de comunicación más confiable por parte de la ciudadanía, lo han demostrado muchas encuestas, pero no es solamente confianza, hay una sensación de pertenencia, de cariño, de gratitud de los auditores hacia la radio. Y por eso esos son los atributos que hacen fuerte a la radio, que le permite presagiar un futuro muy promisorio.
 
Siempre he pensado que la libertad de expresión es un elemento esencial de la libertad y, también, de la democracia porque garantizar el pleno y libre ejercicio de esta libertad de expresión es una tarea esencial no solamente para la democracia, sino que también para la libertad. Y siempre he pensado que hay que estar alerta y atento porque la libertad tiene muchos enemigos y es como el aire, cuando uno tiene aire, no lo echa de menos, pero pregúntenle a una persona que está ahogando y, muchas veces, cuando quiere recuperar ese aire, ya es tarde.
 
Lo mismo ha pasado con la libertad de expresión en muchas partes del mundo que, por no defenderla siempre, cuando se pone en peligro, a veces, la defensa es tardía y se pierde una libertad que es esencial para el desarrollo integral del ser humano.
 
Por eso durante nuestro primer Gobierno quisimos hacer todos los compromisos firmando el Acuerdo de Chapultepec para asegurarnos que las políticas del Estado no pretendan, bajo ninguna circunstancia, limitar, circunscribir o restringir o eliminar la libertad de expresión. Y eso es un compromiso que hemos mantenido incólume y que hemos reforzado durante este segundo Gobierno.
 
Igual como la transparencia es el mejor antídoto contra la corrupción. Alguien dijo que no hay mejor policía que el alumbrado público y que no hay mejor desinfectante que la luz solar. La libertad es el mejor antídoto contra todo abuso de la autoridad y es el mejor defensor de la verdadera democracia.
 
Y en esto la radio juega un rol fundamental. Yo muchas veces he dicho, prefiero el ruido de la libertad de expresión que, a veces, incomoda y tal vez, siempre, debe incomodar al gobernante a el silencio de los medios amordazados o autocensurados.
 
Y ésta es una defensa, como decía, que debe ser permanente porque hemos visto en muchas partes del mundo que no defender a tiempo la libertad ha significado su pérdida y, a veces, pérdidas por periodos muy prolongados como es lo que está ocurriendo hoy día en muchas partes del mundo, pero en tres países de nuestro propio continente como Nicaragua, Venezuela y Cuba, donde la libertad de expresión no existe.
 
Y eso es un valor, un patrimonio que tenemos que cuidar en nuestro país porque, como decía anteriormente, es el mejor antídoto contra los abusos, contra todo intento totalitario. Por eso, la censura amenaza siempre la libertad y termina afectando la convivencia.
 
Pero, junto con esta libertad, también, va asociado una responsabilidad de parte de los medios, ejercer responsablemente la libertad, ejercerla con apego a la verdad, con respeto por la dignidad de las personas, es por una forma, también, oportuna y veraz y completa de informar. Y, de hecho, la existencia de tantas falsas noticias, de tantas fake news que se divulgan por los medios es un atentado no solamente a la libertad porque el engaño atenta contra la libertad, también es un atentado a una democracia sana como queremos que sea la nuestra.
 
Y por eso el luchar contra estos males que afectan a los medios de comunicación y, especialmente, cuando las personas que atentan contra estos principios se esconden detrás del anonimato, es una responsabilidad que va asociada a esa libertad que los medios de comunicación deben ejercer.
 
Quiero agradecer a todos los radiodifusores por su permanente compromiso que han tenido durante periodos difíciles, durante tiempos de adversidad, durante la pandemia para permitir que la información veraz y oportuna pueda llegar a todos los rincones de Chile. Ha sido una relación de colaboración mutua, nosotros hemos sentido el compromiso de los radiodifusores de Chile y hemos tratado, también, de apoyar a los radiodifusores de Chile para que puedan seguir cumpliendo con su labor, desarrollándose, creciendo y enfrentando los desafíos del futuro.
 
Hace pocos días supimos de que una nueva variante del virus estaba amenazando y alertando al mundo entero, Ómicron. Yo quisiera aprovechar esta oportunidad para dar un mensaje de tranquilidad, pero también de responsabilidad.
 
Mensaje de tranquilidad, porque hemos tomado todas las medidas para proteger nuestras fronteras, pero además de eso hemos, y con la ayuda de la radio, buscado crear una cultura de autocuidado para que las personas se cuiden su propia salud no solamente por la salud de ellos, sino que también porque al cuidar la salud propia uno está cuidando la salud de su familia, de sus compañeros de trabajo, de su comunidad, de sus amigos.
 
Pero, además de eso, Chile ha desarrollado una campaña de vacunación masiva que es reconocida en el mundo entero. De hecho, hoy día tenemos más de 17 millones de personas vacunadas con dos dosis, estamos llegando a los 9 millones de personas vacunadas con las dosis de refuerzo.
 
Chile fue uno de los primeros países del mundo en empezar a vacunar en diciembre del año pasado y en empezar a colocar la dosis de refuerzo en agosto de este año. Y eso nos pone a la cabeza, hoy día Chile es el país del mundo que tiene mayor porcentaje de su población con dosis de refuerzo. De hecho, tenemos más de, como decía, casi 9 millones de personas con dosis de refuerzo, el 80% de los jóvenes entre 6 y 17 años ya están vacunados y en los próximos días iniciaremos la vacunación de los niños entre 3 y 5 años.
 
Chile ha sido en esta materia pionero y eso, créanme, que produce una alegría enorme porque detrás de esto no solamente se ha protegido a la salud, se han salvado muchas vidas, y eso es algo que constituye la primera obligación no solamente del Gobierno, sino que de la sociedad entera.
 
Y aquí quiero hacer un reconocimiento a los adultos mayores. A mí me emocionó ver la reacción de los adultos mayores cuando iniciamos el proceso de vacunación, esa responsabilidad, esa alegría, esas sonrisas que nos regalaban cuando mostraron y dieron un ejemplo de responsabilidad, de compromiso en la vacunación. Porque ese ejemplo es el que queremos que, ojalá, contagie a ese millón de personas que están rezagadas y que todavía no se vacunan y comprometen su propia salud, pero también la salud de sus comunidades, de sus familias, de sus lugares de trabajo.

Por eso, los adultos mayores nos han dado una verdad lección de responsabilidad y de esperanza y de alegría.
 
Además, quiero decir, en forma muy clara, estamos próximos a una elección, también hemos tomado todas las providencias, como ya lo hemos demostrado, y las elecciones y votar es seguro. Hemos tenido muchas elecciones durante la pandemia y hemos podido demostrar que se hacen en forma segura.
 
Así que convoco a todos y, muy especialmente, a los adultos mayores a participar de las próximas elecciones.
 
Pero también un mensaje de responsabilidad, la pandemia no ha terminado. Y, en consecuencia, si bien hemos tomado todas las medidas de precaución y cuidado, tenemos que también hacer y seguir haciendo los cuidados personales. El uso de mascarillas, el distanciamiento social, el evitar aglomeraciones, el lavado frecuente de manos, la ventilación de lugares cerrados, siguen siendo necesarios.
 
Como ustedes han visto, hemos ido abriendo y expandiendo los grados de libertad y de movilidad porque hemos logrado compatibilizar eso con la protección de la salud.
 
Ustedes ven lo que está pasando hoy día en los países más desarrollados del mundo, como es Estados Unidos, como es Europa que están con una cuarta ola que es mucho peor en términos de contagios y efectos que las anteriores.
 
En Chile tuvimos un rebrote, afortunadamente ya viene hacia la baja. Esto no garantiza nada, solamente nos da más fuerza para seguir haciendo todo lo necesario y a tiempo, porque aquí llegar tarde puede ser muy dañino y puede costar muchas vidas.
 
Finalmente, yo quisiera, también, dar un mensaje de fe y esperanza porque llevamos dos años mirándole el rostro a la adversidad, nos ha tocado muy duro. La vida es difícil, gobernar es muy difícil y a nosotros nos ha tocado especialmente difícil.
 
Recuerdo el primer Gobierno, 11 días antes un terremoto y maremoto devastador que destruyó prácticamente un tercio de la infraestructura y del patrimonio de nuestro país, y logramos reconstruir Chile en 4 años con el esfuerzo y el aporte de todos, algo que nadie creía posible.
 
Yo siento que en esa oportunidad Chile se unió frente a la adversidad y eso fue muy importante. Siento que ahora que hemos tenido que enfrentar adversidades mucho mayores, lejos de unirnos, ha tendido a provocar muchas divisiones y eso es malo para el país.
 
Por eso, el mensaje de fe y esperanza es que nos ha tocado enfrentar, bueno, una ola de violencia irracional, absolutamente destructiva que sacudió al país en el mes de octubre del año 2019 y, después, poco a poco, la gente y la sociedad logró ir controlando una demanda por una reforma política, un nuevo trato o una nueva Constitución que se canalizó, y el Gobierno contribuyó a ello, a través del Estado de Derecho, la democracia, la Constitución, y ahí está la Convención y esperamos que llegue a un buen fruto.
 
Y un buen fruto es una buena Constitución para Chile que recoja los valores de nuestra sociedad, que recoja nuestras tradiciones, nuestro himno patrio, nuestros héroes, nuestros signos, nuestra bandera que, muchas veces, se considera que no son parte de nuestra historia o parte de nuestra identidad. Pero, por sobre todo, que garantice los derechos fundamentales, los derechos a la libertad, a la igualdad de oportunidades, al acceso a bienes básicos esenciales para la dignidad de las personas, el valor de la vida, el valor de la familia, el respeto a los derechos humanos, la protección del medio ambiente y que permita a los hombres y mujeres de nuestro país ser ellos los dueños de su propio destino, poder ellos ser, libremente, los que conducen cómo van a manejar su vida, cómo van a realizarse como personas, cómo van a cumplir sus sueños, cómo van a buscar la felicidad.
 
Y no pretenda como, muchas veces, ha ocurrido en procesos constituyentes que, finalmente, el Estado piensa que puede pasar por encima de las voluntades individuales.
 
Y, finalmente, hemos, también, tenido que enfrentar una pandemia, una crisis económica y una crisis social.
 
De la pandemia ya hemos hablado. La verdad es que si uno ve cómo lo hizo Chile, muy temprano, en el mes de enero del año 2019, cuando todavía la palabra coronavirus no aparecía en los medios de comunicación nosotros logramos triplicar la capacidad de atención crítica en nuestro Sistema de Salud integrando el Sistema Público con el Privado. En abril empezamos a cerrar los acuerdos y contratos para asegurar las vacunas oportunas y para todos. Y ya están aseguradas vacunas para el año 2022, una tranquilidad para quien quiera sea el próximo Presidente de Chile.
 
Posteriormente, fuimos pioneros en iniciar el proceso de vacunación en diciembre del año pasado con la primera dosis, en agosto de este año con la dosis de refuerzo.
 
En todo esto, si ustedes lo ven, Chile ha sido pionero y esto es reconocido en el mundo entero y eso nos ha permitido lograr que la pandemia, si bien ha afectado duramente a las familias chilenas, angustia, incertidumbre, dolores, sufrimientos, estamos muy conscientes eso, pero hemos logrado que en materia económica nuestro país se esté recuperando con una fuerza que muchos creían que no era posible.
 
Ustedes ven, el año pasado nuestro país cayó, su Producto Interno Bruto, 5,8%. Este año vamos a crecer en torno al 12%. De hecho, ya hemos recuperado y con creces los niveles de actividad precrisis y prepandemia. Son muy pocos países en el mundo los que pueden decir esto.
 
Adicionalmente a eso, en materia de empleo, en pocas semanas perdimos 2 millones de empleos. Los que nos había costado 10 años crear los perdimos en unas pocas semanas porque tuvimos que recurrir a medidas restrictivas como cuarentenas. Bueno, ya hemos recuperado dos tercios, estamos acercándonos a 1 millón 400 mil de los empleos perdidos y estamos, todavía, impulsando para poder recuperar los empleos que faltan y que toda persona en Chile que quiera trabajar sepa que va a tener la oportunidad de un trabajo digno, con un salario justo, donde va a poder realizarse, desarrollar sus talentos y crecer como persona.
 
Y, por eso, extendimos el IFE Laboral para poder seguir promoviendo una recuperación acelerada del empleo y no quedarnos por años con tasas de desempleo de dos dígitos, como ocurrió en Chile en otras crisis.
 
Y, finalmente, también, pusimos en marcha una Red de Protección Social que ha sido muy intensa, muy amplia. De hecho, hoy día esta Red de Protección Social está beneficiando a casi 17 millones de compatriotas y ha significado una inversión muy grande para poder llevar ayuda y alivio.
 
Y, por tanto, si uno suma y resta, más allá de este clima enrarecido, crispado de la política, yo creo que Chile cuando se haga el balance de cómo enfrentó los dos años más difíciles en muchas décadas, yo creo que los chilenos y las chilenas lo hemos hecho bien, yo creo que eso es algo que debiera llenarnos de orgullo porque no es mérito sólo del Gobierno, es un mérito de toda la sociedad. Y, ojalá, comprendamos que cuando a Chile le va bien, nos va bien a todos y cuando a Chile le va mal, nos va mal a todos.
 
Por eso, quiero terminar agradeciendo muy sinceramente la enorme colaboración que han prestado los radiodifusores de Chile asociados a la ARCHI para poder difundir mensajes que le hacen bien al alma de nuestro país y que nos van a permitir sanar una herida, una brecha que ha existido en Chile que nos ha tendido a dividir más de la cuenta.
 
Una casa dividida no puede prevalecer. Un país unido es capaz de lograrlo todo.
 
Muchas gracias.