Presidente Piñera encabeza ceremonia conmemorativa por el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes

2 NOV. 2020
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, acompañado por los Ministros, Secretario General de la Presidencia, Cristián Monckeberg; Secretario General de Gobierno, Jaime Bellolio y la ministra de Desarrollo Social, Karla Rubilar, encabeza ceremonia de conmemoración por el Día Nacional de las Iglesias Evangélicas y Protestantes.

Muy buenas tardes:
 
Bienvenido a esta Casa de La Moneda en el Día de las Iglesias Evangélicas y Protestantes.
 
Yo quería compartir con ustedes muy brevemente una afirmación, un reconocimiento, una reflexión y una petición.
 
La afirmación. Chile es un Estado laico, pero no es un Estado anticlerical y el pueblo chileno en su inmensa mayoría cree en Dios. Por eso yo como Presidente de Chile, aunque a algunos les sorprende, muchas veces pido ayuda a Dios, ayuda y bendiciones para Chile, para los chilenos, y también ayuda y sabiduría para los que tenemos la responsabilidad de gobernar.
 
El reconocimiento. Yo sé que la Iglesia Evangélica tiene un profundo compromiso con la palabra de Dios y ésa es su misión en este mundo. Pero también tiene un profundo compromiso con los que sufren, con los que están abandonados, con los que más necesitan ese amor cristiano. Y eso lo veo, lo aprecio y lo agradezco porque le hace bien al alma de nuestro país.
 
La reflexión. Estamos viviendo tiempos difíciles, tiempos de pruebas. Yo sé que Dios nunca nos pone una prueba sin saber que somos capaces de superarla, pero a veces nos cuesta darnos cuenta. Por eso en estos tiempos tan duros, de tanta adversidad, de tanto enfrentamiento, tenemos que nunca olvidarnos de los valores y los principios que viven el alma de nuestro país.
 
Y eso va a ser especialmente importante en los meses que vienen, en que vamos a buscar acuerdos para una nueva Constitución para Chile.

Y, por supuesto, muchas cosas tienen que cambiar, pero algunas cosas tenemos que defenderlas como, por ejemplo, el valor de la vida, de la vida de todos incluyendo del que está por nacer, el valor de la dignidad de la vida y todo lo que eso significa y que ahí está el respeto a los derechos humanos de todos y el respeto a la dignidad de todos.

El valor de la libertad y muy especialmente la libertad religiosa, la libertad de culto porque ésa es una relación que se da entre la conciencia de cada persona y nuestro Dios.
 
El valor de la familia y del rol que juega la familia en una sociedad sana y la importancia de respetar y defender el deber y el derecho preferente de los padres en la formación y la educación de sus hijos, ellos son los que mejor los conocen, los que más los quieren y los que pueden tomar las mejores decisiones.
 
Y muchos otros valores que vamos a tener que defender durante este periodo en que nuestra Carta Fundamental va a tener un nuevo comienzo.
 
Yo he dicho otras veces que las Constituciones y los países nunca parten de cero, siempre son un encuentro o un reencuentro de lo que heredamos del pasado, de las opciones del presente y de las esperanzas del futuro.
 
Por eso, en estos tiempos en que los valores y los principios se van a discutir, es muy importante que la voz de ustedes, la voz del pueblo evangélico, defendiendo la vida, la dignidad de la vida, los derechos humanos, la familia, la libertad religiosa y muchos valores más, se escuche con mucha fuerza.
 
Y, finalmente, una petición. Les quiero pedir que oren por el pueblo chileno, que recen por nuestro país, que les dé a todos los chilenos fortaleza y resiliencia para enfrentar estos tiempos de adversidad. Y, también, que oren por las autoridades y que les dé la sabiduría y la prudencia para saber conducir a Chile en estos tiempos de aguas turbulentas y mares tormentosos.
 
Y, finalmente, le pido a Dios que bendiga a Chile, que bendiga a los chilenos y nos oriente en estos días de pruebas que estamos viviendo.
 
Muchas gracias.