Presidente Piñera encabeza ceremonia en conmemoración de las Glorias del Ejército de Chile

19 SEPT. 2020
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, acompañado por el Ministro de Defensa, Mario Desbordes, encabeza ceremonia en conmemoración de las Glorias del Ejército de Chile.

Muy buenos días, señora Primera Dama, señor Ministro del Interior, señor Ministro de Defensa, Comandante en Jefe del Ejército, Presidenta de la Cámara del Senado, Presidente de la Corte Suprema, Vicepresidente de la Cámara de Diputados, Presidenta del Tribunal Constitucional, Contralor General de la República, Comandante en Jefe de la Armada, Comandante en Jefe de la Fuerza Aérea, General Director de Carabineros, Director General de la Policía de Investigaciones, miembros del Ejército de Chile:
 
Ayer celebramos un aniversario más de nuestra Independencia, hoy celebramos el Día de las Glorias del Ejército de Chile y de nuestras Fuerzas Armadas.
 
Porque la historia de nuestra Patria y la historia del Ejército nacieron hermanadas y a lo largo de estos 210 años el Ejército ha ido dejando su huella, su impronta y su legado en cada una de las etapas de la vida de nuestra nación.
 
A lo largo de su historia el Ejército de Chile ha debido enfrentar muchos y grandes desafíos, partiendo por las guerras externas, las catástrofes y tantas otras misiones, y en todas ellas -o en muchas de ellas- el Ejército ha escrito páginas heroicas y gloriosas que nos llenan a todos los chilenos de gratitud y de orgullo.
 
Probablemente los soldados de hoy no tendrán las mismas oportunidades de mostrar su heroísmo entregando su propia vida como lo hizo, por ejemplo, el Capitán Ignacio Carrera Pinto en la gesta heroica de la Batalla de La Concepción, pero sí todos podrán mostrar el mismo compromiso con su Ejército y el mismo amor por su Patria con que nos han inspirado e iluminado los caminos de todos los chilenos nuestros héroes de hoy, de ayer y de siempre.
 
Porque también hay héroes en tiempos de paz, hoy en este Patio de Alpacatal de la Escuela Militar que recuerda a 12 cadetes y hombres del Ejército que perdieron sus vidas en el trágico accidente ferroviario en Alpacatal, en Mendoza, Argentina, vamos a recordar y a condecorar en forma póstuma al Cabo Primero Alejandro Celis Inostroza y al soldado conscripto Hugo Muñoz Sotomayor. Ambos también sacrificaron sus vidas por proteger la vida de sus compatriotas, cumpliendo así con su deber durante la pandemia del coronavirus y honrando una larga y hermosa tradición del Ejército de Chile.
 
Cada vez que pienso en estos sacrificios, en estas entregas, como los de Alejandro y Hugo, recuerdo las palabras del Evangelio que dicen que no hay amor más grande que aquel que está dispuesto entregar la vida por sus amigos. Alejandro y Hugo entregaron la vida por compatriotas que probablemente no conocían.
 
A la señora Graciela Castro, viuda de Alejandro, a la señora Carolina Sotomayor, madre de Hugo y a su hija Emilia, quienes reciben hoy en nombre de estos dos héroes la Condecoración Ejército de Chile, quiero expresarles mis más sentidas y profundas condolencias. Y tengo la esperanza que con este reconocimiento del Ejército de Chile y de todo un país, y también con la fe en Dios, puedan encontrar algo de paz y darles un sentido a estos sacrificios.
 
Poco antes de morir, y a pesar de su insostenible situación en la Batalla de La Concepción, los soldados de Chile que sacrificaron sus vidas en esa heroica batalla gritaron “¡Los chilenos no se rinden!”. Y a lo largo de nuestra historia hemos debido convivir, muchas veces cara a cara, con el rostro de la adversidad: guerras externas, guerras civiles, revoluciones y también los golpes de nuestra maravillosa, pero indómita naturaleza como terremotos, maremotos, inundaciones, erupciones volcánicas, aluviones y tantas más. Y los chilenos nunca nos hemos rendido frente a esas adversidades.
 
En todas esas ocasiones el Ejército de Chile entregó lo mejor de sí mismo, sin escatimar ningún esfuerzo y ningún sacrificio por poder acompañar, ayudar y brindar alivio a las víctimas de esos desastres de la naturaleza y a todos aquellos que necesitaron su apoyo.
 
Hoy, en que nuevamente la adversidad golpea nuestras puertas a través de la pandemia del coronavirus, la recesión económica mundial y la crisis social que ellas han traído aparejadas, nuevamente el Ejército de Chile ha sabido cumplir con su deber.
 
Durante estos últimos meses más de 25 mil efectivos del Ejército y más del 70 mil miembros de nuestras Fuerzas Armadas y de Orden han colaborado con una enorme entrega, un gran compromiso y sin escatimar ningún sacrificio para cumplir tareas fundamentales en estos tiempos de pandemia, como el cumplimiento de las cuarentenas, los cordones sanitarios y otras medidas necesarias para enfrentar esta pandemia, aportando hospitales de campaña y con personas dispuestas a entregar lo mejor de sí mismas para atender a los enfermos, trasladando enfermos COVID, trasladando equipamiento, distribuyendo cajas de alimentos y los veía ayer, también, ranchos solidarios en los lugares más vulnerables de nuestro país.
 
Pero no es sólo eso lo que el Ejército hace, también el Ejército contribuye permanentemente a la integración de nuestro país llegando a las zonas más extremas y más aisladas de nuestro territorio, contribuyendo con nuestra política exterior, aportando al desarrollo científico y tecnológico, contribuyendo a la vigilancia de nuestras fronteras y muchas otras tareas y misiones que el país les encarga.
 
Y todo esto sin olvidar ni descuidar nunca que la labor primordial de nuestras Fuerzas Armadas es garantizar la paz y para eso requieren tener una fuerza disuasiva necesaria para defender nuestra soberanía, para defender nuestras fronteras, para defender nuestra integridad territorial como una nación libre y soberana.
 
Y por estas mismas razones estamos impulsando una Reforma Constitucional que les va a permitir que, cuando sea necesario, también puedan contribuir a la protección de nuestra infraestructura crítica, que es absolutamente esencial para el normal desenvolvimiento de la vida de nuestros compatriotas.
 
Tengo la esperanza que el próximo año volveremos a celebrar nuestras Fiestas Patrias de acuerdo con nuestras tradiciones. Así, nuestras Fuerzas Armadas y de Orden podrán volver a desfilar en la Elipse del Parque O’Higgins podrán volver a recibir la gratitud y el cariño de la gente en la Gran Parada Militar, la que, esperamos, pronto sea declarada Patrimonio Cultural Inmaterial.
 
Quisiera terminar estas palabras con una breve reflexión sobre qué es lo que mantiene unido y le da sentido y proyección a una nación. Por supuesto que es su historia, sus tradiciones, sus Héroes, sus momentos estelares y en todos ellos el Ejército ha estado presente y ha sabido dejar su huella.
 
Pero no sólo el pasado mantiene unida a una nación, también sus valores como el amor por la libertad y la justicia, el patriotismo, que es la genuina expresión de amor por la Patria y, sobre todo, una visión de futuro, una visión compartida, una tarea a cumplir.
 
Hoy en que en el mundo entero y también el Chile vivimos momentos de adversidad que han generado temor, incertidumbre y confusión, debemos más que nunca recoger y aprender las grandes lecciones que nos deja nuestra historia y proclamar siempre, y no sólo proclamar, también defender y practicar esos valores que han hecho grande a Chile, el valor de la libertad y de la paz, el valor de la justicia, el valor de la unidad y la colaboración, el valor de la responsabilidad y el trabajo bien hecho, el valor de la democracia y del Estado de Derecho.
 
Porque estoy seguro que con estos valores y actitudes, guiando e iluminando nuestros caminos hacia el futuro, saldremos fortalecidos de estos tiempos de crisis en que nuevamente nos enfrentamos con el rostro de la adversidad, y mostraremos una vez más, a nosotros mismos y al mundo entero, la nobleza del alma de nuestro país y la calidad de la madera de la cual estamos hechos los chilenos y podremos cumplir nuestra gran misión que, en palabras simples, es legarles a nuestros hijos un mejor país que el que recibimos de nuestros padres.
 
¡Viva el Ejército de Chile! ¡Viva Chile!
 
Muchas gracias.