Presidente Piñera encabeza el Desayuno Anual de la Industria del Turismo

16 OCT. 2019
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, encabeza el Desayuno Anual de la Industria del Turismo, organizado por la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur).

Muy buenos días:
 
Saludo con mucho cariño a todos los que son el alma y el corazón de la industria del turismo, por supuesto al presidente de Fedetur Ricardo Margulis, saludo a los Ministros presentes, a los Directores.
 
Y quiero felicitar con mucho cariño a la Subsecretaria, que fue designada Presidenta del Consejo de la Organización Mundial de Turismo. Napoleón decía que en “la mochila de cada general estaba el bastón de un mariscal” y en Chile todos quieren ser presidente. La felicito señora Subsecretaria.
 
La Biblia dice “por sus frutos los conoceréis”, y si aplicamos ese criterio de evaluación a Fedetur, sin duda que ha sido una organización muy exitosa y que a en sus cortos 10 años de vida ha dado muchos frutos fecundos.
 
Creada el año 2009 -acabamos de escuchar algo sobre su origen- esta Federación de Empresas de Turismo de Chile ha hecho un aporte muy grande en poner el turismo como industria, como industria que genera valor agregado, que genera empleo, que genera innovación, que genera tecnología en el lugar que siempre debió haber estado.
 
Sin duda, el turismo es una de las industrias que más crece en el mundo entero y Chile no es la excepción. Y todas las proyecciones indican que este proceso se va a acelerar, porque a medida que el mundo o los países progresan, los habitantes no le echan más azúcar al café ni más sal a la palta, pero sí quieren más tiempo libre, y eso está íntimamente ligado con la industria del turismo, la industria de la cultura.
 
Y por eso todas las proyecciones muestran que la industria del turismo va a crecer más rápido que el promedio de la economía en el mundo entero, y también en nuestro país.
 
Durante estos años, la industria ha logrado crecer y ponerse pantalones largos. Lo decía el presidente de Fedetur, que la economía chilena tiene en el turismo un pilar fundamental. El año pasado aportó cerca de 10 mil millones de dólares, de estos una parte importante es turismo receptivo, pero el grueso es el turismo interno. Se calcula que tenemos hoy día aproximadamente 6 millones de turistas que vienen de fuera a conocer nuestro país, y no sabemos cuántos turistas chilenos, pero sí sabemos que son más de 22 millones de viajes.
 
Y, por tanto, el turismo es parte de la vida de todos y cada uno de los chilenos. Y por eso es tan importante tomar las medidas para que el crecimiento y el desarrollo de esta industria sea un crecimiento sostenible, inclusivo y sustentable.
 
En los últimos cinco años, el empleo en la industria del turismo creció más de 26%; hoy día emplea a más de 370 mil personas y se transforma en un actor muy importante en el empleo, con las dos características que mencionaba Cote Evans y también el presidente, que es un turismo en que el grueso de las personas que aportan son mujeres y es un turismo que se desarrolla muy especialmente en nuestras regiones, cumpliendo un doble propósito dentro de nuestro objetivo de inclusividad, que es incorporar en plenitud a las mujeres y a las regiones al desarrollo de nuestro país.
 
Por esa razón, todos sabemos de que Chile es una potencia turística. Cuando Dios creó Chile, sin duda, estaba de muy buen humor y nos regaló un país maravilloso. Un país que tiene montañas, que tiene valles, que tiene desiertos, que tiene mares, que tiene bosques, que tiene lagos, que tiene todo lo que la gente quiere conocer.
 
Porque algunas personas fueron probablemente a Disneyworld, pero ahora ya no quieren ir por tercera, cuarta o quinta vez; lo que andan buscando son nuevos destinos de turismo, ligados con la historia, la naturaleza, la astronomía, la Patagonia, la Antártica, el turismo aventura, la cultura, los pueblos originarios.
 
Todo eso lo tenemos en Chile y, por tanto, ahora que el transporte se ha simplificado, se ha hecho más rápido, se ha hecho más económico, las barreras que nos separaban: recuerden ustedes que Chile está separado del mundo por el desierto más seco del mundo, una de las cordilleras más majestuosas del mundo, el magnífico Océano Pacífico y el Polo Sur. Eso constituyó durante mucho tiempo una barrera que la tecnología, el avance ha permitido derribar.
 
Y, por tanto, hoy día la oferta que tiene Chile que ofrecerle al mundo y a los propios chilenos está aquí y está más accesible que nunca, y eso es, sin duda, una fuente de muchos confianza y optimismo en el desarrollo futuro de nuestra industria.
 
En este sector productivo tenemos, sin duda, algunas dificultades que tenemos que enfrentar, las mencionó el presidente.
 
Pero antes de eso yo querría plantear con mucha fuerza que cuando uno ve lo que tenemos que hacer en materia de desarrollo de la industria - y me voy a referir a ello-, me quiero hacer cargo de los dos puntos que planteó el presidente.
 
En primer lugar, flexibilidad. La palabra flexibilidad para algunos es una mala palabra, cada vez que se habla de flexibilidad ponen un rictus en la cara y lo ligan con precariedad. Son dos conceptos total y absolutamente distintos. Precarizar es debilitar, es vulnerar, es afectar derechos; flexibilizar es dar más libertad, más oportunidades, más confianza en la capacidad de las personas de tomar sus propias decisiones. Son dos conceptos antónimos y algunos los consideran sinónimos.
 
Y por eso yo quiero decir que la flexibilidad es algo fundamental en el mundo moderno. El mundo que viene, la revolución tecnológica, la sociedad del conocimiento y la información es un mundo en que la flexibilidad es un aspecto fundamental y esencial, y la mejor prueba de ello es que los chilenos cada vez que se les pregunta si quieren tener más libertad para tomar sus propias decisiones y no depender de decisiones que otros toman por ellos, siempre prefieren su propia libertad.
 
Por eso es muy importante el concepto de flexibilidad que significa que las personas puedan adecuar las condiciones de trabajo a las condiciones de su propia vida, y también los empresarios puedan adecuar las condiciones del trabajo a las condiciones de sus propias empresas y buscar libremente un acuerdo entre seres adultos que son capaces de tomar sus propias decisiones.
 
Por ejemplo, en materia de empresas hay algunos sectores que tienen estacionalidad. Por ejemplo, la industria el turismo tiene una tremenda estacionalidad los fines de semana, los meses de verano y, por tanto, es natural tienen que, y necesitan tener más capacidad de ofrecer servicios, lo cual requiere más capacidad de atraer trabajo. Hay otros meses en que la demanda es más baja y ahí puede haber una menor necesidad de tener intensidad en el trabajo.
 
Las personas también tienen distintas preferencias. Hay algunos que prefieren trabajar más en invierno, en que los días son menos luminosos y trabajar menos en verano; otros prefieren justamente lo contrario porque en el verano están sus grandes oportunidades. Y, por tanto, por qué rigidizarlo todo en una especie de camisa de fuerza que se impone a través de una ley y que no toma en consideración ni las preferencias de los trabajadores ni las preferencias de los empleadores. Eso es simplemente reflejar una tremenda desconfianza en las personas, y nosotros tenemos justo lo contrario, tenemos una profunda confianza en las decisiones que libremente pueden tomar las personas en nuestro país. Tratarlos como adultos, como seres conscientes y no simplemente como personas cuyas vidas tienen que estar regidas siempre desde algún lugar del Olimpo a través de personas que muchas veces no saben, no conocen, no sienten, ni entienden la realidad de cada actividad.
 
Por eso es muy importante la flexibilidad. Nosotros propusimos en nuestro programa de Gobierno una idea que, por lo demás, va a ocurrir todas maneras. En el mundo hay tendencias que son realidades.
 
Una tendencia es que a medida que los países y las familias progresan -como yo le decía anteriormente- demandan bienes superiores y uno de ellos es más tiempo libre: más tiempo libre para la familia´, para la cultura, para el deporte, para la recreación, para los objetivos últimos que le dan sentido a la vida.
 
Otra tendencia es el cambio tecnológico, la economía digital, la robotización y esas dos tendencias que van avanzando con o sin nuestra voluntad. Nosotros queremos que se armonicen y que no choquen, sino que buscar una manera de que avancen en forma coordinada.
 
Por eso en nuestro programa de Gobierno contemplamos una reducción gradual y con flexibilidad de la jornada de trabajo. Flexibilidad porque eso permite no solamente mejorar la calidad de vida, permite también aumentar la productividad como lo han demostrado todos los estudios que en esta materia se han hecho; y gradualidad -y planteábamos un período de 8 años- para que tanto las personas como las empresas puedan adaptarse a este cambio que viene. Ése es el proyecto que impulsa nuestro Gobierno.
 
Hay otro proyecto que se presentó que no contempla ninguna flexibilidad ni contemplaba ninguna gradualidad. Ese proyecto, de acuerdo a todos los estudios, significa destruir 300 mil empleos y significa reducir los salarios de una gran cantidad de chilenos, y no es eso lo que los chilenos queremos.
 
El presidente también mencionaba el tema de la informalidad. Hay dos tipos de informalidad, una es la informalidad tradicional que teníamos en Chile, de la persona que opera sin inscribirse, sin cumplir con las normas de la ley, pero ahora hay otra informalidad que es muy científica, muy tecnológica, muy desarrollada y que viene de los servicios que se prestan a través de plataformas que no operan bajo la legislación chilena.
 
Lo que estamos haciendo es algo muy simple no queremos frenar esas nuevas plataformas. Yo recuerdo muy bien que cuando se descubrió la electricidad, hubo un movimiento muy fuerte en la ciudad de Boston que quería prohibir la electricidad porque iba a afectar la industria de las velas. Obviamente que no podemos frenar la tecnología, pero lo que sí podemos y vamos a hacer es que estas empresas que prestan servicios a través de las redes de internet y lo hacen desde fuera de Chile tengan los mismos derechos y los mismos deberes que las empresas chilenas.
 
Y por eso en la Reforma Tributaria que estamos presentando en el Congreso se iguala la carga tributaria independientemente si el servicio tecnológico lo presta una empresa chilena radicada en Chile, que paga sus impuestos de primera categoría y paga el IVA, o si es una empresa extranjera. Van a tener el mismo tratamiento tributario y eso es igualar la cancha para que todos compitan en igualdad de condiciones y en eso estamos avanzando.
 
Y eso va a significar un acto de justicia con la industria turística nacional, que enfrenta muchas veces competencia extranjera que no compite en las mismas condiciones. Eso es lo que queremos cambiar.
 
Por otra parte, hay muchas cosas que el Estado tiene que hacer para favorecer el turismo. Tal vez la más importante de todas es que Chile crezca y se desarrolle, aumente el ingreso per cápita, aumente la calidad de vida porque eso es lo que genera verdadera, permanente y sostenible demanda por los servicios que ofrece la industria del turismo y en eso estamos profundamente empeñados y me voy a referir a eso más adelante.
 
Pero también el Estado tiene que hacer un esfuerzo inmenso en crear la infraestructura necesaria para que la industria del turismo y los agentes que en ella operan puedan desarrollar en plenitud todo su potencial.
 
Y en eso estamos haciendo un gigantesco esfuerzo, no los quiero aburrir, pero estamos haciendo un esfuerzo de renovación de la red de aeropuertos en nuestro país, estamos remodelando 17 aeropuertos en nuestro país, muchos de ellos en regiones, estamos permitiendo que no todo pase por Santiago. En Chile para viajar de cualquier parte a cualquier parte hay que pasar por Santiago. Hacía poco tiempo para ir a Arica-Antofagasta había que hacer Arica-Santiago, Santiago-Antofagasta.
 
Eso se va a terminar y la nueva red de aeropuertos y el auge que ha tenido la industria aérea va a permitir que se vuele de una región a otra región sin pasar por Santiago y se vuele de regiones fuera de Chile sin tener que pasar por Santiago. Todo eso va a favorecer la industria del turismo.
 
Estamos haciendo también un esfuerzo muy grande para favorecer, no solamente el turismo aéreo, también el turismo terrestre con una amplia y ambiciosa red de carreteras, el turismo a través del mar, facilitando la llegada de los cruceros; todo un esfuerzo por mejorar la infraestructura que está directamente ligada con el potencial del turismo.
 
Como yo les decía, también hemos hecho acciones para rebajar costos que afectaban en forma exagerada y a veces arbitraria a la industria del turismo. Por ejemplo, se redujeron las tasas de embarque en los aeropuertos nacionales e internacionales lo cual significa, sin duda, eliminar un impuesto que estaba afectando la capacidad de las personas de trasladarse, que es parte esencial del turismo.
 
La Subsecretaría de Turismo junto al Ministerio de Transporte abrieron el cabotaje de pasajeros al interior de nuestro país, potenciando la industria de cruceros y permitiendo aprovechar mejor los más de 6 mil kilómetros de costa que tenemos en nuestro país.
 
Por esa razón, es muy importante en esto tener plena claridad de que Chile se está transformando en un país muy atractivo para el turismo, no solamente por lo que mencionaba anteriormente, un país con desiertos, los más secos del mundo, montañas, cordilleras, lagos, volcanes, Patagonia, Antártica, una industria de astronomía que está encabezando y liderando en el mundo entero esta actividad, sino que también es muy importante tener conciencia que Chile también se está transformando en un centro de atracción para eventos culturales; –probablemente va a venir Rock Río a Chile–; para eventos institucionales, vamos a ser sede de la COP, más de 25 mil personas van a venir; vamos a ser sede de APEC en unos días; vamos a ser también sede de los Panamericanos; está siendo, en este instante, Chile la sede de la reunión mundial de Interpol.
 
Y, por tanto, cada vez más hay ese turismo que está relacionado con actividades oficiales e institucionales como las que acabo de mencionar.
 
Quisiera terminar estas palabras refiriéndome a lo que es el verdadero motor y alimento del desarrollo de cualquier industria que es el crecimiento sano, sostenido, sustentable e inclusivo de nuestro país.
 
Estamos viviendo tiempos difíciles, la economía mundial se ha debilitado enormemente; el comercio mundial está estancado; estamos viviendo una guerra tarifaria, comercial, muy absurda entre las dos potencias más grandes del mundo que ya lleva casi 2 años y esto ha afectado a los países en el mundo entero. Alemania e Inglaterra están en recepción, Europa está con un crecimiento muy débil, China se está desacelerando.
 
Y veamos nuestro continente: tenemos países como Argentina y Paraguay en recesión; tenemos a los dos grandes países de América Latina, México y Brasil, con estancamiento; tenemos crisis políticas como las vemos en la televisión en países como Ecuador, recientemente hubo una en Perú; Venezuela se está simplemente destruyendo a sí misma.
 
Y en medio de este panorama aparece Chile como una verdadera isla. Hoy día el Secretario General de la OCDE, Miguel Ángel Gurría, decía que Chile es una isla de crecimiento en medio de un mundo de estancamiento, inestabilidad y problemas.
 
Por supuesto que no estamos contentos con lo que tenemos, pero sí tenemos que reconocer que en estos tiempos difíciles la economía chilena está sana, está respondiendo, sigue creciendo, sigue creando empleos, sigue creando empresas. El crecimiento promedio de estos dos primeros años de nuestro Gobierno va a ser en torno al 3,25%, bueno, es el doble de lo que veníamos creciendo en el Gobierno anterior y duplicar la tasa de crecimiento no son palabras menores.
 
Pero, además, vamos a encabezar el crecimiento de América Latina. Este año vamos a crear, aproximadamente, 170 mil nuevos empleos, con lo cual la meta, el compromiso de 600 mil nuevos empleos durante nuestro Gobierno está bien encauzada.
 
Este año se van a crear 140 mil nuevas empresas, récord en la historia de creación de empresas. La inversión sigue creciendo con fuerza, entre 4 y 5%, después de haber caído peligrosamente, año tras año, en un período muy reciente. La inversión extranjera, en los primeros ocho meses del año, creció 70%.
 
Por supuesto que éstas son buenas noticias; ¿estamos tranquilos? ¿estamos contentos? ¿"nos vamos a dormir en los laureles”? ¿vamos a bajar los brazos? ¡Por supuesto que no! La labor de un Gobierno es desde que se levanta el Presidente, los Ministros, Subsecretarios y todos los funcionarios en la mañana hasta que se acuestan en la noche, es darles más fuerza, más impulso, más oportunidades de crecer, de expandirse, de desarrollar sus sueños, de realizar sus proyectos a todos nuestros compatriotas.
 
Pero sí es importante reconocer que, en este contexto, tenemos un país que a pesar de todas las dificultades está resistiendo y está avanzando mejor que prácticamente cualquier otro país o igual que los países con más éxito en el mundo entero.
 
Por eso yo quisiera terminar estas palabras mencionando que uno de los temas que nos preocupa y nos inquieta, porque es muy importante no solamente para la industria del turismo, para el país, para las familias, es el tema de la Seguridad Ciudadana.
 
Acabamos de tener malas noticias en este frente y yo quisiera decir que esto es una lucha, un desafío y un combate que compromete a todos. Al frente tenemos un enemigo poderoso, implacable, que no respeta a nada ni a nadie por cumplir sus perversos objetivos, que tiene un alto avance tecnológico, que tiene buen financiamiento, que tiene buena defensa legal. Y, en consecuencia, tenemos que oponerle un Estado y una sociedad que tenga más capacidad de anticiparse, más tecnología, más compromiso, mejores instrumentos.
 
Y por eso es muy importante que en la lucha contra la delincuencia no es solamente el Gobierno el que está comprometido, es la sociedad entera. Esto es una cadena en que participa el Gobierno, los municipios, las policías, los fiscales, los jueces, Gendarmería, la capacidad de rehabilitar y de prevenir. Y esa cadena todos sabemos que nunca va a ser más fuerte que el más débil de sus eslabones.
 
Y, por tanto, la mejor manera de enfrentar con más éxito es que la cadena entera funcione con mayor coordinación y funcione con mayor eficacia. Y eso significa mejor trabajo del Gobierno, de los municipios, de los fiscales, de los jueces, de Gendarmería y no ocurra lo que muchas veces vemos ocurrir: que un eslabón de la cadena funciona bien, pero si el próximo eslabón funciona mal, la cadena entera deja de operar.
 
Ésa es una tarea y un desafío que vamos a enfrentar con un conjunto de reformas que ya están en el Congreso. Y aprovecho de plantear que el Congreso también es parte de esta lucha: tenemos pendiente en el Congreso, hace ya demasiado tiempo, la Ley de Modernización de las Policías; tenemos pendiente en el Congreso y hace ya demasiado tiempo la Ley de Control Preventivo de Identidad; tenemos pendiente en el Congreso la Ley Antiterrorista; tenemos pendiente también en el Congreso la ley que nos va a permitir una mejor coordinación entre todas las instituciones que operan en esto; y también la Ley de Control de Armas, porque uno de los problemas que tenemos en Chile es que hay demasiadas armas clandestinas, hechizas o robadas en manos de delincuentes.
 
Estamos explorando un perfeccionamiento a la ley que ya está presentada, que permita poder identificar los proyectiles e identificarlos con un arma para que no haya nunca más una bala loca anónima, como la que mató al niño Baltazar hace algunos días.
 
Por eso termino haciendo un llamado a los compatriotas, a todos mis compatriotas; es verdad, tenemos muchos problemas y podríamos enumerarlos uno tras otro, yo los escucho permanentemente en mi función de Presidente de la República, pero también es cierto que tenemos un país maravilloso y tenemos que cuidarlo, porque nadie está inmune a lo que le ha pasado a tantos otros países en el mundo de caer en las garras del populismo, de la demagogia, de la corrupción que destruyen a los países.
 
Y, por eso, es tan importante hacer como hacía Ulises para prevenir los cantos de sirena que, incluso, se amarraba al mástil para mantener firme el timón y no caer en el camino fácil del populismo, la demagogia o la responsabilidad que en Chile está surgiendo con síntomas preocupantes.
 
Y recordar lo que Pedro de Valdivia, cuando hace casi 500 años llegó por primera vez a estas tierras, le decía en carta al Rey de España: “Para que haga saber a los mercaderes y a las gentes que se quieran venir a asentar y a avecindar a este país, que vengan porque esta tierra es tal que para poder vivir en ella y perpetuarse no la hay mejor en el mundo”.
 
¡Viva Chile!
 
Muchas gracias.