Presidente Piñera lidera lanzamiento de la Agenda Ciudadana

2 SEPT. 2019
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, acompañado por la Ministra de Medio Ambiente, Carolina Schmidt, encabeza el lanzamiento de la Agenda Ciudadana de la COP Chile 25, la mayor cumbre sobre climático del mundo, que se realizará en diciembre en Santiago. 

Dirección de Prensa
Presidencia de la República
 
 
 
 
 
 
 
 
Fecha: 2 de septiembre de 2019
 
Lugar: Cerrillos, Santiago
 
Tipo Intervención Presidencial: Discurso  
 
Duración Intervención: 18 min
 
Resumen: S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera Echenique, encabeza lanzamiento de la Agenda Ciudadana de la COP Chile 25
Periodista a cargo: Benjamín Fernández, Germán Oyarzún   
 
Temáticas: Medio Ambiente, COP25
 
Transcriptor/Traductor a cargo: Luis Fernández, Romina Fuentes
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Muy buenas tardes:
 
Señora Ministra de Medio Ambiente, señor Canciller, señoras y señores Ministros, señoras y señores Diputados y Senadores, señores Embajadores, amigas y amigos y, sobre todo, los niños porque la COP 25 en Chile tiene que ver esencialmente con ustedes, los niños.
 
Estamos en este maravilloso Parque Bicentenario dando inicio a las obras que nos van a permitir ser un país anfitrión de una de las cumbres más importantes, más relevantes y más urgentes que ocurrirán durante este periodo. Porque la COP 25 en Chile va a tratar tal vez el tema más urgente y el tema más importante y el que más riesgo significa para la humanidad, pero que también, más oportunidades puede ofrecer a la humanidad.
 
La elección de Chile como país sede de la COP 25 es un reconocimiento a nuestro país, es un reconocimiento a un país que ha tenido en esta materia una actitud consistente, permanente y además visionaria de cómo enfrentar el cambio climático y el calentamiento global.
 
El cuidado de nuestro planeta es responsabilidad de todos. Sabemos que el ser humano es la criatura más inteligente en este planeta, pero también sabemos que el ser humano es la única criatura capaz de destruir nuestro planeta, nuestro único planeta. Y ésa es la contradicción y, al mismo tiempo, el riesgo y el desafío que significa y representa la COP 25 en Chile.
 
Cómo usar nuestra inteligencia para que nuestro planeta sea un planeta sano y que sea un planeta que le ofrezca mejores oportunidades a nuestros hijos, a nuestros nietos y a lo que vendrán. Y, al mismo tiempo, cómo usar esa inteligencia para evitar que lo que hemos hecho, nosotros los seres humanos, durante los últimos 30, 50 ó 100 años cambie de rumbo, cambie de dirección y no sigamos comprometiendo la sobrevivencia del Planeta Tierra y la sobrevivencia del ser humano sobre nuestro planeta.
 
Por esa razón, si hay una generación de chilenos -y esto es relevante y aplicable al mundo entero- que está perfectamente consciente de la urgencia, de la trascendencia, de la importancia de cuidar mejor nuestro planeta, son nuestros niños.
 
Nuestros niños lo traen en la sangre, lo traen en el ADN, es impresionante como las nuevas generaciones tienen una conciencia, una preocupación y un compromiso con el medio ambiente y la naturaleza, que las generaciones anteriores no la tuvimos. Tal vez, porque ellos tienen plena conciencia de que hemos abusado de la naturaleza y que llegó el tiempo de escuchar esos gritos angustiosos que hace mucho tiempo la naturaleza está dando para decirnos algo tan simple: que para que ella pueda ayudarnos, nosotros tenemos que ayudarla a ella.
 
Ése es el mensaje que todos los días, a través de múltiples mecanismos, la naturaleza nos está transmitiendo: con estas olas de calor, las inundaciones, los huracanes, las tremendas pérdidas de biodiversidad. Cada una de esas son señales en que la naturaleza, la Madre Naturaleza nos dice “cuídame, porque si ustedes no me cuidan, yo no podré cuidarlos a ustedes”.
 
Para Chile el cambio climático es innegable. Ya lo decía el video que reunimos 7 de las 9 características de vulnerabilidad. Es verdad representamos menos de 0,25% del total de emisiones de gases de efecto invernadero, pero somos un país tremendamente vulnerable y ya lo estamos experimentando y en algunos casos sufriendo frente a este cambio climático.
 
La sequía que nos afecta tiene mucho que ver con este cambio climático y este calentamiento global. Por esa razón, el hecho que Chile sea un país vulnerable nos motiva y nos entusiasma a tomar liderazgo en materia de combate al cambio climático y al calentamiento global.
 
De hecho -como yo les decía anteriormente- las señales son tan evidentes que ya no es la opinión de una persona contra otra persona; hoy día es la opinión de la ciencia la que nos está diciendo en forma fuerte y clara, del sentido común que nos está diciendo en forma fuerte y clara, y de la intuición que tenemos como seres humanos, que vamos por un camino equivocado.
 
Que lo que hemos hecho en las últimas décadas o siglos no puede continuar. Que no podemos seguir pretendiendo como si el Universo, el aire, la tierra y el mar fueran infinitas y, por tanto, pudieran resistir y asumir todo tipo de contaminaciones.
 
Tenemos que hacer un cambio de actitud y ése es un cambio que tiene que nacer desde adentro, desde el alma de cada uno de nosotros, y así permitir cambiar la cultura de nuestra sociedad. Hay que tomar, sin duda, decisiones que van a requerir esfuerzo, coraje, voluntad e inteligencia.
 
En nuestro país, hemos tomado ya algunas decisiones muy importantes.
 
Por ejemplo, la decisión de descarbonizar nuestra matriz energética. Chile fue pobre en los combustibles fósiles que fueron los reyes durante el siglo pasado, pero somos inmensamente ricos en los combustibles o las energías limpias renovables que en nuestro país abundan.
 
La energía del Sol en la radiación de nuestros desiertos, la energía del viento a lo largo de nuestro territorio, la energía del mar a lo largo de miles de kilómetros de costa, la energía de la geotermia en un país que concentra casi el 20% de los volcanes del mundo, son fuentes de energía que transforman a Chile en una tremenda potencia de energías limpias y renovables.
 
Y, por tanto, la decisión de descarbonizar nuestra matriz energética antes del año 2040, no solamente obedece a un voluntarismo -y que lo hay- de querer cambiar las cosas, sino que también reconoce nuestra realidad.
 
Pero no es solamente eso, Chile ha asumido otros compromisos. Hace unas semanas, en una Cumbre del G20 en Osaka, a Chile le tocó liderar un grupo de países -entre los cuales estaba Francia, Alemania, España e Inglaterra- que nos comprometimos con ser un país carbono neutral hacia el año 2050.
 
Eso significa que Chile va a dejar de ser un emisor de gases de efecto invernadero, significa que lo que emite lo va a tener que capturar, y el efecto neto que Chile va a aportar al mundo va a ser cero carbono. Y ése es un compromiso que yo les aseguro va a ser asumido cada vez más por más países. Hoy día lo hacemos en forma voluntaria, pero recuerden muy próximamente lo que se llama la “huella de carbono” va hacer algo que va a ser exigido en el mundo para poder ser parte de esta sociedad global e integrada. Y probablemente lo que hoy día es un acto voluntario, va a ser una exigencia a la Comunidad Internacional a corto andar.
 
¿Cómo vamos a lograr ser carbono neutral hacia el año 2050?
 
Bueno, tenemos un plan para lograrlo. Básicamente, a través de políticas muy contundentes y con impacto muy relevante:
 
Primero, la descarbonización de la matriz energética;
 
Segundo, un gran esfuerzo por reemplazar el combustible fósil del transporte público por electromovilidad, y Chile ya empezó ese camino, vamos a eliminar los combustibles fósiles como son petróleo, diésel o gasolina del transporte público y lo vamos a reemplazar ahora por energía eléctrica y, tal vez en el futuro, por otra fuente de energía que no contamina, como es -por ejemplo- el caso del hidrógeno;
 
En tercer lugar, tenemos un fuerte compromiso con incrementar la cantidad de bosques que crezcan en nuestro país. Chile es de los pocos países en el mundo en que se masa de bosques no está decreciendo. Queremos que se incremente con fuerza, y por eso hemos lanzado un plan para reforestar una parte muy significativa de la superficie de nuestro país que no es apta para la agricultura, pero que sí es apta para la actividad forestal.
 
Si a eso le sumamos un compromiso con la eficiencia energética en todos los campos -en los hogares, en las empresas, en el Gobierno- con esos instrumentos vamos a lograr llegar a ser un país carbono neutral antes del año 2050.
 
Ustedes saben, la Cumbre de París estableció una meta: limitar el calentamiento global a no más de 2° con respecto a lo que era la época preindustrial. Después, esa meta se hizo más exigente a 1,5°. Yo les quiero decir que, desde los últimos años, en la última década, ya la temperatura en el mundo ha aumentado en un grado. Es decir, a este ritmo no se van a cumplir los objetivos que fijó la Cumbre de la COP en París; tenemos que hacer esfuerzos mucho más grandes.
 
Por eso, uno de los grandes objetivos de la COP25 en Chile va a ser, primero, lograr que los países asuman compromisos mucho más ambiciosos o más realistas y, al mismo tiempo, compromisos mucho más exigibles porque los que tenemos hoy día no son suficientes, ni siquiera, para cumplir con la meta que se fijó en la COP de París.
 
Pero además de esa tarea, queremos que la forma en que enfrentemos esto se haga utilizando los mecanismos de mercado. Por eso es tan importante lograr un acuerdo para poner en práctica el famoso Artículo 6 del Acuerdo de París, que es el que establece los bonos de carbono y que no se pudo lograr en la última Cumbre de COP en Polonia.
 
Pero, además, Chile quiere incorporar temas nuevos que no han estado en las discusiones de las Cumbres COP anteriores, como es el cuidado de los océanos. Los océanos son grandes receptores de gases de efecto invernadero y eso permite limitar la cantidad de gases de efecto invernadero que se va a la atmósfera y que genera ese efecto invernadero y, al mismo tiempo, han sido grandes receptores de los aumentos de temperatura.

 
 
Pero, sin duda, no están siendo cuidados como merecen. Y, por esa razón, cuidar a nuestros océanos para que no continúe ese proceso de acidificación, de pérdida de oxígeno que está matando a muchas especies y que, además, está matando a muchos corales es parte de las preocupaciones que queremos poner central en la COP25 en Chile en diciembre de este año.
 
Ya hemos tomado algunas medidas para proteger a los océanos. Chile fue uno de los primeros países en el mundo en prohibir las bolsas plásticas. Ustedes saben, una bolsa plástica toma un segundo producirse, se utiliza el promedio 15 minutos y después dura 400 años contaminando, porque es el tiempo que demora el proceso de biodegradación de esa bolsa plástica. Íbamos avanzando hacia un momento en que iban a haber más bolsas plásticas en el mar que peces y, eso sin duda, era un camino equivocado.
 
Por todo eso, la COP25 plantea metas muy exigentes y ambiciosas, pero Chile tiene la tranquilidad de que, no solamente está llamando al resto los países a hacer un gran esfuerzo, Chile ya lo está haciendo, Chile ya está comprometido con este cambio de cultura y con ese cambio de dirección que tiene que tomar la humanidad.
 
Por esa razón, es importante establecer que el cuidado de los océanos tiene que ser parte. Por eso hemos querido llamar a esta Cumbre, “la Cumbre Azul” o “la COP Azul”. Alguien dijo: “Porque sin azul no hay verde sin verte no hay vida” y es una muy buena razón para incorporar a las preocupaciones de las Cumbres del Cambio Climático el cuidado de nuestros océanos.
 
Por otra parte, también queremos que esta Cumbre en Chile sea algo que comprometa a toda la sociedad chilena. Queremos que no solamente sea una reunión de expertos, como hay tantas, sino que sea algo que involucre y comprometa a la sociedad chilena entera.
 
Por eso, hemos desarrollado una Agenda Ciudadana para incentivar y movilizar a las universidades, a los gremios, a los trabajadores, a los académicos, a los científicos, a los niños, a todo el mundo a que se sienta parte de esta COP.
 
Vamos a tener 10 grupos focales en que vamos a buscar un esfuerzo especial de participación y aporte; los Gobiernos Locales y Regionales, los jóvenes, los escolares, la sociedad civil y las organizaciones no gubernamentales, la comunidad científica y académica, el sector privado, los Parlamentarios, el mundo laboral, las comunidades indígenas, los comunicadores y el mundo de la cultura, y, muy especialmente, queremos convocar a los Alcaldes, y aprovecho de saludar al Alcalde anfitrión y a todos los Alcaldes que hoy día participan, porque ustedes van a ser protagonistas en la COP25 en Chile, porque ustedes son los que tienen la relación más directa y más cercana con los ciudadanos.
 
De esta forma, estos grupos van a poder participar, aportar y enriquecer los logros que alcancemos en la COP25 en Chile en diciembre de este año. Estaremos en todas las regiones de Chile con jornadas de participación, con festivales familiares donde todos podrán ir participando. De hecho, serán 16 festivales regionales en cada una de las regiones de Chile, donde emprendedores, científicos, académicos, autoridades y, por supuesto, con la participación de los artistas locales, vamos a poder convocar a más de medio millón de personas a ser parte directa y activa de esta COP.
 
Además de eso, vamos a tener Interescolar Nacional Ambiental donde van a poder participar todas las escuelas con aportes e ideas en materia de energías renovables, de eficiencia energética, de nuevos mecanismos de transporte, de nuevas formas de vida que contribuyan a una mejor salud del planeta. Y los ganadores de este Festival Interescolar van a ser premiados en la propia COP 25 en Chile.
 
Y vamos a tener también un Concurso Nacional de Emprendedores, de forma tal, que ellos también puedan hacer su aporte con emprendimientos que tengan que ver con el cambio climático y con el calentamiento global. Y vamos a ir identificando a los ganadores región por región; tenemos un fondo de estímulo y motivación de cerca de 500 millones de pesos para premiar a estos emprendedores del medio ambiente y del cambio climático.
 
Sabemos que son las pequeñas cosas las que producen los grandes cambios cuando son asumidas por una sociedad, un país y un mundo entero. Y, por eso, el mundo hoy más que nunca necesita ese cambio cultural. Necesitamos pasar de una economía lineal a una economía circular, necesitamos evolucionar de una cultura de que todo es desechable a una cultura en que todo es reciclable, necesitamos desarrollar o reemplazar un desarrollo que muchas veces no tenía límites ni control en la forma de utilizar los recursos naturales y de relacionarse con la naturaleza a un desarrollo que sea genuinamente sustentable, sostenible que pueda ser permanente en el tiempo.
 
Porque, al fin y al cabo, el compromiso con el medio ambiente es un compromiso moral. Y no es solamente con el medio ambiente y con la naturaleza, en el fondo, es un compromiso moral con nuestros hijos, con nuestros nietos, con las generaciones que vendrán. Ellos también tienen derecho a disfrutar, maravillarse y asombrarse con la naturaleza y sería muy triste que pudieran conocer ríos cristalinos, aire puro y cielos azules solamente en los libros de historia.
 
Por todo esto, tenemos una obligación que es entregarle a nuestros hijos un mundo mejor que el que recibimos de nuestros padres.
 
Chile, desde los confines del mundo, hace un llamado a todas las naciones y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad para luchar juntos para evitar que el cambio climático y el calentamiento global terminen en una tragedia.
 
Sabemos que se terminó el tiempo de la observación y llegó el tiempo de actuar. Y, después de todo, como lo dijo un juez de una gran potencia: “Somos la primera generación que está sufriendo los efectos y los daños del cambio climático, pero también somos la última generación que puede hacer algo para evitar que esto se transforme en una tragedia”.
 
Ésa es la gran misión, no solamente de la COP, es la gran misión de todos y cada uno de nosotros, y de todos y cada uno de los más de 7 mil millones de habitantes de este planeta, nuestro planeta, nuestro único planeta, el Planeta Tierra.
 
Muchas gracias.