Presidente Piñera presenta Plan Nacional del Cáncer

4 DIC 2018
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S.E. el Presidente de la República, Sebastián Piñera, acompañado por el Ministro de Salud, Emilio Santelices, presenta el Plan Nacional del Cáncer.

Muy buenos días:
 
El cáncer es una enfermedad dolorosa, muchas veces resiliente y muchas veces cruel, no sólo con los pacientes, sino que también con sus familias y el entorno que los rodea.
 
Y por eso, para enfrentarlo con efectividad, se requiere mucha voluntad y mucho coraje de los pacientes y de sus familias.
 
Pero también se requiere un gran apoyo, acompañamiento y una alianza entre el sector público y la sociedad civil, para poder ayudar a aquellos que lo sufren y que cada día son más; que puedan no solamente recuperar su salud, sino que también puedan tener una calidad de vida mejor que la que tendrían sin un apoyo decidido y oportuno de parte del Estado y de la sociedad.
 
Por eso, quiero agradecer muy sinceramente la presencia y el testimonio que nos ha dado la doctora Marcela Zubieta, que le tengo un aprecio muy especial, porque mi hija, que también es doctora, trabaja con usted, en el Hospital Exequiel González Cortés. ¿Cómo se porta?  
 
Bueno, Marcela es la fundadora y presidenta de la Fundación “Nuestros Hijos”, que durante más de 27 años ha desarrollado una labor admirable, permanente, consecuente e indispensable en favor de los niños más vulnerables de nuestra sociedad, que se ven afectados por el cáncer.
 
Y por eso quiero compartir con todos mis compatriotas la forma en que el Estado de Chile, nuestro Gobierno, va a enfrentar esta cruel y difícil enfermedad.
 
Todo el mundo sabe que no hay dolor más grande para un padre, para una madre, que la pérdida de un hijo. No hay palabras para expresarlo, solamente los que lo han sentido saben el significado profundo de lo que estoy diciendo. 
 
Porque es cierto que la muerte es parte de la vida, pero cuando una persona adulta, que ha cumplido su ciclo se muere, es como que un barco llegó a buen puerto. Cuando un niño se muere, es como si fuera un naufragio y produce un dolor que yo sé que ha sido parte de su conciencia, pero también le ha dado fuerza para llevar adelante esta maravillosa labor que ha encabezado la doctora Marcela Zubieta. Y, tal vez, el mejor homenaje o recuerdo que puede hacer a su hija, es precisamente lo que usted está haciendo, doctora.
 
Quiero también plantear, con mucha claridad, que el cáncer no solamente impacta al paciente y al enfermo directamente; lo impacta a él, por supuesto, o a ella, pero a toda su familia, a todo su entorno. Y, por tanto, la política, la forma en que enfrentamos esta enfermedad tiene que tener en consideración los efectos más vastos, más amplios que esto genera.
 
Por eso en nuestro programa de Gobierno nos comprometimos -y me alegro de que hoy día estemos cumpliendo nuestro compromiso- a desarrollar una alianza entre el sector público y la sociedad civil, y a través de la formación de un Consejo Nacional del Cáncer, cuyo propósito principal es abordar esta enfermedad con una Política Nacional, permanente, estable, que vaya más allá de un Gobierno, que comprometa a la sociedad entera.
 
Y Chile necesita de esta Política Nacional que sea eficaz, permanente, que pueda realmente cumplir la labor que se pide y se exige, a través de múltiples tareas, no es solamente la terapia, viene mucho antes, lo decía usted doctora, la prevención.
 
Y en Chile, es verdad, tenemos hábitos poco sanos, y estamos luchando contra ello, pero cambiar la cultura es más difícil que cambiar las leyes. Y usted lo decía, doctora, cuando uno ve las cifras de sedentarismo, de mala alimentación, de malos hábitos, como el tabaco y el alcohol, nos damos cuenta nada ni nadie va a reemplazar nunca el cuidado que nosotros mismos nos otorgamos como persona. No hay mejor doctor que uno mismo, y tomar medidas preventivas.
 
Pero sin duda, no es solamente la prevención, es la detección precoz, es tener investigación y desarrollo, son los tratamientos y las terapias, el trabajo de la sociedad civil y, por supuesto, la colaboración entre el sector público y privado.
 
Y por eso, quiero reconocer y agradecer la preocupación que han tenido algunos senadores sobre esta materia, la senadora Carolina Goic, aquí presente, el senador Chahuán, el senador Girardi, el ex senador Rossi, la senadora Van Rysselberghe, que presentaron un proyecto de ley en esta materia, que es parte de lo que hoy día estamos presentando para que se transforme no solamente en una idea, en un proyecto, sino que en una realidad, que dé respuesta a estos problemas.
 
Por todo ello, el cáncer, que es la segunda causa de muerte en nuestro país, a nivel nacional; sin embargo, es la primera en algunas regiones, por ejemplo, está superando las enfermedades cardiovasculares como causa de muerte en regiones como Arica, Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Maule, Biobío, Los Lagos, Aysén, y se proyecta que muy pronto -antes de lo que pensamos- se va a instalar como la primera causa de muerte en nuestro país.
 
Y, por tanto, sin duda esto afecta a niños, a adultos, a adultos mayores, hombres y mujeres, en esta materia no hay una selectividad, aun cuando algunas personas son más propensas.
 
Por eso estamos cumpliendo con el compromiso que asumimos, no solamente de presentar el Plan Nacional del Cáncer, que nos dé una visión de mirada larga, que nos permita enfrentar esto sin improvisaciones y en forma permanente, sino que también presentar la Ley del Cáncer que acabamos de firmar como proyecto, junto al doctor Santelices.
 
Y esto nos va a permitir tener un marco que ordena, establece, regula, guía e ilumina todas las políticas que el Estado y la sociedad civil debemos asumir para poder tener esos elementos básicos de prevención, tratamiento, diagnóstico oportuno, investigación, conocimiento. 
 
Y a través de este proyecto de ley, el Estado se compromete en cuerpo y alma con los pacientes del cáncer y también con sus familias. Y va a realizar un enorme esfuerzo, porque esto significa un esfuerzo muy grande, no solamente humano -que es lo más importante, y lo veíamos por la formación de médicos especialistas- sino que también de organización, de logística, de recursos, y que cubre todos los campos que acabo de mencionar.
 
En primer lugar, en materia de recursos humanos especializados, donde tenemos un enorme déficit en nuestro país, el Ministerio de Salud se va a preocupar de incrementar sustancialmente la capacidad de formación de médicos oncólogos especialistas en esta materia.
 
Se incorpora un nuevo mecanismo de convalidación de títulos, porque además del aumento en la formación de médicos especialistas en nuestro país, también podemos recibir la ayuda de médicos que han sido formados en otros países y que requieren la homologación de sus títulos.
 
En materia de centros de alta complejidad, se establecen -no sé si son 5 o 6, doctor; usted aquí en el video decía “5”, yo cuento 6, a lo mejor se le escapó uno- 6 centros de alta complejidad: la zona norte, la zona central, la Región Metropolitana, la zona centro sur y dos para la zona sur. Sumo 6…
 
Ahora, junto con estos centros especializados, estamos fortaleciendo la red de centros de mediana y baja complejidad, que también son muy necesarios para el tratamiento del cáncer, los cuales van a ser parte de la red pública de salud, y se tendrán que coordinar entre sí para formar un sistema, una red que nos permita optimizar la capacidad y calidad de las atenciones de salud que prestamos a los enfermos de cáncer.
 
En tercer lugar, la creación de un Registro Nacional del Cáncer, que va a contener la información de todos los pacientes, con el fin de poder desarrollar mejor las políticas públicas, y además tomar mejores decisiones para enfrentar la situación que no es la misma en todo el país: la incidencia de los distintos cánceres fluctúa de acuerdo a las distintas regiones. 
 
Cuarto, la creación de la Comisión Nacional del Cáncer, que nos va a permitir tener una asesoría especializada, dinámica y permanente al Ministerio de Salud, en materia de políticas públicas, investigación científica, prevención, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación, cuidados paliativos y acompañamiento y apoyo de los enfermos y sus familias. Y ésta va a estar integrada por representantes de sociedad científicas, de las escuelas de Medicina, de las fundaciones vinculadas al tema y, por supuesto, va a cumplir un rol fundamental en esta tarea.
 
Lo quinto es el Fondo Nacional del Cáncer, que es un fondo que se crea por esta ley y que va a tener distintas fuentes de aportes, incluyendo recursos que el Estado recibe de asistencia exterior; y también para poder fomentar el aporte de la sociedad civil, establece un importante incentivo tributario a los aportes que hagan las personas o las empresas, a alimentar este fondo.
 
También incluye esta Política o Plan Nacional del Cáncer, un proyecto de ley que establece que el Ministerio de Salud deberá, cada 5 años, elaborar el Plan Nacional del Cáncer, para poder mirar y anticiparnos a los tiempos. Muchas veces en nuestro país somos muy reactivos, y estamos reaccionando a lo que pasó en el pasado, cuando el mundo moderno requiere anticiparse a lo que viene del futuro.
 
Y este Plan Nacional del Cáncer nos va a ayudar, sin duda, a tener una planificación que asegure y garantice que no nos quedemos solo en buenas intenciones, sino que también en buenos resultados, y que sea equitativo reconociendo que la incidencia y la mortalidad por cáncer es distinta en las distintas regiones del país.
 
Por último, este Plan Nacional del Cáncer que está planteado como una obligación, es el que hemos presentado hoy día para anticiparnos a la obligación que va a establecer la ley. Y, por tanto, partimos con un Plan Nacional del Cáncer, que va a transformarse por ley en algo obligatorio de realizar, readecuar y modernizar cada 5 años.
 
Y va, sin duda, a tener una aplicación en todo el ciclo de vida de las personas, que es la mejor forma de tratar este tipo de enfermedad -la infancia, la adolescencia, la adultez, los adultos mayores- con 5 líneas estratégicas.
 
Promoción, educación y prevención primaria, fomentando el autocuidado, educando a tener buenas prácticas, a través de la Atención Primaria de Salud, lo que va a incluir campañas de educación y de los factores de protección y estilos de vida saludable.
 
Aumento en la cobertura de los exámenes de medicina preventiva a lo largo de todo el ciclo vital, prevención de la infección del Virus Papiloma Humano (VPH) en la población escolar, igual que la hepatitis B, que son anticipos o precursores de enfermedad de cáncer, de forma tal que el 80% de los escolares de cuarto y quinto básico sean vacunados contra el VPH, y eso va a ser una buena medida de prevención.
 
Por otra parte, también incluye la provisión de ejercicios asistenciales para poder prevenir a tiempo y establecer e implementar a tiempo los tratamientos, a través de lo que se llama prevención temprana. Vamos a mejorar sustancialmente el diagnóstico precoz de cáncer cervicouterino, a través del Test VPH a un 70% de la población objetivo, y aumentar la cantidad de exámenes de Papanicolau (PAP), que se realizan en los Centros de Atención Primaria del país.
 
Lo mismo con el cáncer de mamas, haciendo un aumento muy importante en la disponibilidad y accesibilidad de los mamógrafos en la red de salud, para poder también llegar a una cobertura de un 70%, para mujeres entre 50 y 69 años, que es la edad más vulnerable.
 
También hacernos cargo de la prevención temprana del cáncer tractodigestivo, implementando la técnica del estudio de test inmunoquímico, que son necesarios especialmente en algunas regiones, como la Región del Biobío.
 
Lo mismo con el cáncer de colon, vamos a hacer un esfuerzo muy grande en aumentar los colonoscopios en el sistema público, en 6 unidades durante este año y 18 unidades adicionales durante el año que se inicia.  
 
Y respecto al tratamiento, mejorar la calidad en la atención y en la que da de las coberturas geográficas de los tratamientos, asegurando que exista esa red de infraestructura y equipamiento que va a tener que incorporar oncología médica, radioterapia y cirugías, dependiendo de las necesidades de los distintos grupos de la población.
 
Lo mismo, facilitar el cuidado paliativo y la rehabilitación que requieren los pacientes de cáncer, y muchas veces también sus familias, porque requieren las familias ese apoyo contando para ello, en los casos en que sea necesario, con casas de acogida para poder hacer ese tránsito que significa la recuperación después de haber sufrido la enfermedad del cáncer.
 
Estamos también, como parte del Plan, fortaleciendo la Red Oncológica y disminuyendo la brecha de recursos humanos. Tenemos que formar más médicos especialistas; vamos a formar, hacia el año 2022, 130 médicos oncólogos especialistas, pero además podemos acelerar ese proceso facilitando la venida a Chile y el reconocimiento de los títulos de médicos extranjeros que tienen una muy buena formación en este campo. Y eso pasa por atender las brechas en recursos humanos en todos los frentes, la educación continua de los médicos en nuestro país y también la atención integral a las personas y sus familias.
 
Y finalmente el fortalecimiento de los sistemas de registro, información y vigilancia, porque para poder actuar con eficacia y con planificación se requiere tener información, y esa información muchas veces hoy día es escasa y no permite hacer buenas políticas públicas.
 
Y por supuesto el capítulo de rectoría, regulación y fiscalización, definiendo los perfiles y los estándares que queremos tener -y que vamos a tener- en los equipos interdisciplinarios, en los centros regionales de resolución integral, en las casas de acogida, en las prácticas y protocolo de las clínicas.
 
Por todo esto, yo creo que esto probablemente debimos haberlo hecho antes y ya estamos atrasados, como en tantas otras cosas, pero es importante no dormirse o llorar sobre la leche derramada, sino que intentar recuperar el tiempo perdido. Y eso es lo que estamos haciendo con este Plan Nacional del Cáncer y con este proyecto de ley, que espero tenga una rápida y oportuna aprobación por parte del Congreso.
 
Yo quisiera terminar estas palabras diciéndoles a todos esos compatriotas que han sufrido la enfermedad del cáncer, esa enfermedad dolorosa, cruel, resiliente, que genera tanta angustia, tanta incertidumbre, que no están solos. Que el Gobierno y la sociedad civil estamos comprometidos en cuerpo y alma de ayudarlos a enfrentar y superar la enfermedad, y también ayudarlos a recuperarse para que puedan reencontrarse con su vida, con las oportunidades y con la felicidad.
 
Y también decirles que, además de enfrentar la enfermedad, queremos que la calidad de vida en nuestro país se incremente, y por esa razón el Plan Nacional del Cáncer también apunta a que quienes superen la enfermedad, puedan recuperar su vida con la mayor normalidad y puedan recuperar la alegría de vivir. Y para eso es muy importante la colaboración que cada uno haga.
 
Por eso, yo quiero terminar estas palabras diciéndoles a todos mis compatriotas: la mitad de los chilenos pronto vamos a tener que enfrentar la enfermedad del cáncer, y ésa es una situación muy dura y muy difícil. Pero no somos sujetos pasivos, yo quiero invitar a mis compatriotas a cambiar nuestros hábitos de vida, a tener una vida más saludable, a hacer más deporte, a alimentarnos mejor, a tener mayor compromiso con la medicina preventiva, a hacernos los exámenes que están disponibles en el sistema de salud.
 
Porque sin la colaboración de las chilenas y los chilenos, todo lo que hagamos, va a ser insuficiente. Si los chilenos nos hacemos cargo de nuestra propia salud y de nuestra propia calidad de vida, y además tenemos el apoyo comprometido de cuerpo y alma del Gobierno, del Ministerio de Salud y de la sociedad civil, entonces vamos a ganar esta batalla, y vamos a devolverles a los enfermos de cáncer su derecho a vivir la vida con optimismo, con fe y con esperanza.
 
Muchas gracias.