Presidente Piñera presenta proyecto Mapocho Río

25 NOV 2018
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El Presidente de la República, Sebastián Piñera, junto al ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Monckeberg, presenta el proyecto “Parque Mapocho Río”

Muy buenos días:
 
Quiero saludar a todos mis compatriotas, porque hoy es un día importante. El video que acabamos de ver muestra cómo podemos cambiar la calidad de nuestras ciudades.
 
El 90% de las chilenas y chilenos vivimos en ciudades y, en consecuencia, la calidad de la ciudad es parte de la calidad de nuestras vidas.
 
Y desde ese punto de vista, sin duda que tenemos que preocuparnos, porque estamos en deuda con las ciudades de nuestro país.
 
Yo les decía a los arquitectos y a los urbanistas que tienen un tiempo que recuperar y que tienen que hacer un mayor aporte para que las ciudades sean un aporte a la vida en comunidad, a la calidad de vida, en todos sus aspectos.
 
El proyecto “Parque Mapocho Río” es un intento de empezar ese cambio para transformar el rostro de nuestras ciudades hacia un rostro más humano, más alegre, más inclusivo, más participativo.
 
De hecho, cuando Pedro de Valdivia llegó a Chile -y desafío al “Polígrafo” de El Mercurio a verificar mis palabras- le escribió una carta al Rey de España en que le decía “que veía una Cordillera majestuosa, de la cual bajaba un río trepidante, que se perdía raudo hacia el mar”.
 
Yo me pregunto, ¿dónde está la Cordillera majestuosa? -porque, muchas veces, se nos esconde- ¿dónde está ese río trepidante, que se pierde raudo hacia el mar?
 
Y la verdad es que no hemos sido justos con nuestras ciudades, con nuestra naturaleza, y como nadie está comprometido con el error, lo lógico es que nosotros, la generación del Bicentenario, corrijamos lo que tal vez nuestros antepasados no pudieron o no supieron hacer.
 
Gabriela Mistral decía que “la belleza de la ciudad ennoblece, y la fealdad envilece” y que, en cierta forma, la ciudad es el reflejo del alma de sus habitantes.
 
Y por eso, tanta admiración por los griegos, por los antiguos griegos, y estamos recordando el siglo de oro de la Grecia de Pericles, eran muy humildes en sus hogares particulares, pero eran grandiosos en el hogar común. 
 
Y eso es exactamente lo que queremos hacer con nuestras ciudades, darles a las ciudades la importancia que tienen en la vida cotidiana y en la calidad de vida de todos sus habitantes.
 
El alcalde me decía que este proyecto también viene a cerrar una brecha de inequidad. Yo soy piloto de helicóptero y cuando uno vuela sobre Santiago, desde mucha altura, se da cuenta de inmediato de esa inequidad, esa brecha que separa los distintos sectores de la ciudad de Santiago.
 
Tal vez el día en que tengamos un parque que vaya desde los orígenes y los comienzos de la Cordillera hasta el término de la ciudad de Santiago por el Poniente, que sea más equitativo y que iguale oportunidades, vamos a haber hecho una enorme contribución a una ciudad más inclusiva, más humana, más amable y más justa.
 
Por esa razón, yo quería plantear que el proyecto “Parque Mapocho Río” es parte de un proyecto mucho más amplio. En unos días más, vamos a presentar un proyecto de integración urbana que se va a aplicar en todo nuestro país, para empezar a cerrar esa brecha de segregación, de división, que separó a los chilenos en forma muy brutal y poder integrarnos más, integrarnos mejor.
 
Por eso es tan importante construir ciudades que sean más integradas, más inclusivas y más sustentables. Y ahí, por supuesto, necesitamos no solamente el aporte de los expertos, los arquitectos, los urbanistas, sino que, sobre todo, el aporte de los ciudadanos, que se comprometan con su ciudad.
 
Porque uno sólo quiere lo que conoce, y la inmensa mayoría de los habitantes de la ciudad de Santiago no conoce su ciudad. El porcentaje que conoce la Plaza de Armas, la Plaza de la Constitución, el Museo de Bellas Artes, el Parque Forestal, es muy pequeño.  Eso refleja una ciudad poco integrada.
 
Por eso este Proyecto de Política Urbana y de Integración Urbana va a ser parte esencial de toda nuestra política, para mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de nuestro país.
 
Hoy día estamos aquí en el Puente Petersen, dando el puntapié de partida, de inicio, a un gran proyecto que nos va a permitir transformar el Río Mapocho en un eje estructurante de la ciudad de Santiago, en un parque de 42 kilómetros, que permita unificar el Oriente con el Poniente, y que permita también integrar a la comunidad.
 
Y este Parque 42-K no es solamente un parque, es mucho más que eso, es una ciclovía, es un parque, es un lugar de encuentro, es un lugar de recreación, van a haber espacios para el deporte, para la cultura, para la recreación, juegos de niños, para atraer y cautivar a las familias, que aprovechen y disfruten de este Río Mapocho que, sin duda, no lo hemos tratado bien y que estamos ahora pagando una deuda y recuperando un tiempo perdido.
 
El proyecto “Parque Mapocho Río” viene a hacer realidad lo que hace más de 200 años ya estaba en las ideas y en los planes de los habitantes de nuestra ciudad.  Es un parque público que va a tener más de 200 hectáreas de áreas verdes, haciendo una enorme contribución a mejorar la cantidad de áreas verdes como promedio de la ciudad, pero también una enorme contribución a reducir la desigualdad en materia de área verde que existe en nuestra ciudad. Porque en promedio tenemos entre 3 y 4 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, pero eso no es la realidad de todas las comunas, hay algunas que tienen más de 16 y otras que tienen apenas 1 metro cuadrado de área verde, como es, por ejemplo, el caso de La Pintana.
 
Por eso, éste es un proyecto que busca transformar la ribera del Río Mapocho, de Oriente a Poniente, no solamente en lo que ya se ha hecho en comunas como Lo Barnechea, Vitacura, Las Condes, Providencia, Santiago, Recoleta, Quinta Normal, Independencia, Renca y Cerro Navia, sino que también queremos extenderlo hacia el Poniente de la ciudad, dándole así, o haciendo justicia así a más de 2 millones de habitantes que viven en esta zona o que están en la periferia de esta zona del Poniente de Santiago.
 
Desde la fundación de la ciudad de Santiago hasta el día de hoy el Mapocho ha cambiado mucho. Durante la Colonia hubo que enfrentar las frecuentes y destructivas crecidas invernales, por lo que se hicieron muchas obras en el Río Mapocho, para darle un cauce y contener o domar a este torrente, como fue la construcción de Los Tajamares y luego la canalización del Río Mapocho.
 
Pero nos preocupamos mucho de cómo escurría el agua, sin embargo, nos preocupamos demasiado poco de cómo interactuaba el río con la ciudad y, sobre todo, con los ciudadanos. 
 
Porque una vez que domesticamos el río, se nos ofreció una enorme oportunidad, y ahí el ejemplo de Benjamín Vicuña Mackenna, a cuya creatividad y empeño le debemos tanto, porque él soñó, en esos tiempos, con hacer una ribera, a lo largo de todo el Río Mapocho, arbolada, y fue a comienzos del siglo pasado cuando un Presidente, Germán Riesco, cumplió su sueño y fue el que inauguró el Parque Forestal, que en esos tiempos era un brazo de río. Recordemos que el Río Mapocho tenía dos brazos, el cauce actual y otro cauce que iba por el Parque Forestal, y que hoy día se ha transformado en un parque, y tenemos también que transformar en un parque la otra ribera del Río Mapocho.
 
Es por esa razón que, gracias a los esfuerzos de muchos antecesores, Presidentes, intendentes, alcaldes, arquitectos, logramos hacer cambios importantes. Sin embargo, todavía nos queda mucho por hacer.
 
Yo recuerdo, por ejemplo, con mucha emoción, cuando el Presidente Aylwin decidió construir el Parque de Los Reyes, o cuando el Presidente Frei decidió construir el Parque Mapocho Poniente. A todos ellos les debemos un aporte, pero la ciudad se construye en base a lo que han construido los gobiernos anteriores.
 
Y por eso nosotros queremos hacer un aporte, ojalá significativo, pero un aporte más en esta trayectoria.
 
Lo primero que hicimos durante nuestro primer Gobierno fue terminar con la cloaca a tajo abierto en que habíamos convertido el Río Mapocho, a la cual la ciudad tiraba, sin ningún tratamiento, todas sus aguas servidas. Y eso lo sentíamos con todos nuestros sentidos, no solamente con la vista y el olfato, con todos nuestros sentidos, que estábamos matando el Río Mapocho, que llegó a ser un río muerto, desaparecieron los peces. Y cuando los peces aparecen, es porque la vida está volviendo; cuando las abejas desaparecen, es porque la vida se está muriendo. Y ésas son lecciones de la naturaleza que tenemos que aprender.
 
Eran más de 21 descargas de aguas servidas, que gracias al proyecto Mapocho Limpio fueron posible de interceptar, con un colector de más de 29 kilómetros, que llevó las aguas servidas a una planta de tratamiento en La Farfana, para devolvérselas después al río, pero aguas limpias.
 
El color del río es por la tierra; antes el color del río no era por la tierra. Y eso nos permitió, apenas limpiamos el agua del Río Mapocho, dar un paso más.
 
Yo les venía contando, en el bus, que a mí me tocó estar, pocos días antes de la muerte del padre Poblete, con él y, entre otras cosas, era nuestro candidato a ser el Capellán de La Moneda, pero me dijo que habíamos llegado demasiado tarde, porque se había anticipado el que está arriba, que lo estaba llamando, y con mucha urgencia. Y ahí yo me acuerdo haberle dicho que queríamos recordar su nombre, y que una de las ideas que teníamos era construir un parque que se iba a llamar “Renato Poblete”, que es el parque que tenemos hacia el Oriente del lugar en que estamos hoy día.
 
Y construimos el “Parque Renato Poblete”, que cuenta hoy con esclusas, un brazo del río que ingresa al interior del parque y genera una laguna de tres hectáreas de aguas calmas y, naturalmente, que además está con una enorme arborización, y cuando podamos ver crecido el “Parque Renato Poblete”, vamos a darnos cuenta de que ojalá las generaciones futuras nos recuerden, igual como nosotros hoy día recordamos al Presidente Riesco, por el Parque Forestal.
 
Y es un lugar que sin duda ha atraído a los ciudadanos, porque es un lugar que tiene calidad, que tiene alma, que tiene belleza, que tiene espacios de recreación, de deportes.
 
Uno de los grandes problemas de la ciudad de Santiago es la inequidad, y este proyecto “Parque Mapocho Río” busca hacer un aporte y dar un salto hacia una ciudad más equitativa y más integrada.
 
Decía yo que la recomendación de la Organización Mundial de la Salud son aproximadamente 9 metros cuadrados de áreas verdes por habitante, y en nuestra ciudad tenemos una cantidad muchísimo menor, pero tremendamente mal distribuida.
 
Y es por eso que hay comunas que tienen muy por encima de lo que recomienda esta Organización, y otras que están prácticamente viviendo en un verdadero desierto.
 
Por eso, esta inequidad territorial, que se manifiesta en todo, no solamente en las áreas verdes, sino que, en el urbanismo, en la calidad de vida, en las viviendas, es algo por lo que tenemos que luchar para hacer de nuestro país, un país más equitativo, más igualitario, más justo y con mejor igualdad de oportunidades.
 
Y esto, como yo les decía, también se refleja en el tipo de acceso. Por ejemplo, en la comuna de Lo Barnechea, que es una de las comunas de mayor concentración de áreas verdes por habitante, menos del 1% de esas áreas verdes son públicas, todo el resto son privadas; en el Gran Santiago, apenas el 11% de las áreas verdes corresponde a áreas verdes públicas, todo el resto son privadas.
 
Y lo que queremos hacer es democratizar las áreas verdes, y la mejor manera de hacerlo es construyendo áreas verdes de calidad, que puedan ser utilizadas, respetadas y cuidadas por los habitantes. Y a eso apunta el proyecto “Parque Mapocho Río” que, sin duda, es una aspiración de la ciudadanía y una definitiva prioridad y compromiso de nuestro Gobierno.
 
Hace un momento presentábamos en La Moneda el Consejo Nacional de Desarrollo Urbano, que hoy nos acompaña -y aprovecho de saludar a su presidente, Sergio Baeriswyl-, porque es muy importante planificar la ciudad, querer a la ciudad, anticiparse a la ciudad, meterle cariño e inteligencia a la ciudad. Y a eso apunta la Política de Desarrollo Urbano, que aprobamos durante nuestro primer Gobierno y que fue continuada por el Gobierno que nos siguió, el Gobierno de la Presidenta Bachelet.
 
Ahora, en Chile hemos tenido un crecimiento en ingreso per cápita muy notable, de hecho, hemos pasado de US$3 mil a US$25 mil en términos nominales, en un período muy corto, 30 años, pero no se refleja en todos los ámbitos de la vida humana. Y el verdadero desarrollo tiene que ser un desarrollo que llegue a todos los ámbitos de la vida humana, a todos los hogares de Chile y que sea respetuoso con el medio ambiente. Ése es el concepto de desarrollo integral, inclusivo y sustentable.
 
Y por esa razón, muchos de los lugares de nuestras ciudades, porque este proyecto no es solamente para la Región Metropolitana, el proyecto de mejorar la calidad de vida de las ciudades se extiende a todas las ciudades de nuestro país, y hay proyectos muy importantes: por ejemplo, en Calama, en Valparaíso, en Talca, en Temuco, en Puerto Montt, y en muchas ciudades más que estamos desarrollando.
 
Porque sabemos que hay una deuda pendiente, que hemos perdido mucho tiempo y que llegó el momento de recuperar ese tiempo perdido.
 
Y ése es el objetivo del Consejo de Desarrollo Urbano, que es dirigido por un Premio Nacional de Urbanismo y que tiene una muy dinámica y ejecutiva secretaria, doña Pilar Jiménez, para impulsar con urgencia, con un sentido de urgencia, esta nueva Política Urbana.
 
Y me llena de alegría comprobar cómo el Río Mapocho, que es un proyecto grande y ambicioso, está empezando a tomar vida, y vamos a tener ese eje estructurante de nuestra ciudad, donde puedan integrarse, recrearse, participar, hacer deporte, tener cultura y también poder disfrutar con la familia en las comunas del Oriente, en las comunas del Centro y también en las comunas del Poniente.
 
Y, a la larga, prácticamente todos los habitantes de la ciudad de Santiago van a poder disfrutar de este nuevo Parque 42-K, que es un parque que, sin duda, le va a cambiar el rostro a nuestra ciudad.
 
El objetivo es claro y es muy realista, y lo planteó, aquí está el ministro Monckeberg, y lo sabe muy bien, que tenemos que mejorar los espacios públicos, porque la única forma de densificar la ciudad es reemplazar los espacios privados, que la densidad muchas veces limita y acota, por grandes y nobles espacios públicos. Y ésa es la esencia de este proyecto que estamos hoy día dando a conocer.
 
Y, además, tiene un sentido social muy profundo, porque la integración  y el compromiso con la integración, que va a estar reflejado en el Proyecto de Ley de Integración Urbana, llegó para quedarse.
 
Este proyecto va a intervenir más de 9 kilómetros de la ribera sur del río, en las comunas de Cerro Navia y Quinta Normal, creando una red de 6 parques, con un total de más de 40 hectáreas, que se van a ver conectadas entre sí, para que sea un proyecto de ciudad y no solamente un proyecto para un barrio.
 
Y de esta forma vamos a dar vida al proyecto 42-K, y así vamos a integrar los parques ya existentes, como el “Renato Poblete”, “Los Reyes”, el “Parque Forestal”, el “Parque Balmaceda”, la “Plaza de la Aviación”, el parque “Uruguay”, el “Parque de Las Esculturas”, “República de Ecuador”, “Titanium”, “Bicentenario”, “Monseñor Escrivá de Balaguer”, con los nuevos parques que estamos creando, y vamos a llegar a pasar de 170 hectáreas de parques, a más de 213 hectáreas de parques, es decir, un incremento y un salto adelante de más de un 20% en un período de cuatro años.
 
Si podemos dar saltos así de grandes, vamos a ser capaces de cambiar la ciudad para nuestra generación, no solamente para nuestros hijos, los nietos y los que vendrán.
 
Vamos a mejorar el “Parque Mapocho Poniente”, en la comuna de Cerro Navia, y los parques “Centenario” y “Bandejón”, que se encuentran muy abandonados, muy deteriorados, los acabamos de ver, y que están muy expuestos a la delincuencia.
 
Y aquí hay una lección: cuando uno abandona un lugar, está invitando a la delincuencia; cuando uno renueva un lugar y le da calidad, está invitando a los ciudadanos a comprometerse, a cuidar, a proteger lo que nos pertenece a todos.
 
Y por eso, cuando hablamos de integración, estamos hablando de humanizar la ciudad, de democratizar la ciudad, de hermosear nuestras ciudades, para que todos los chilenos puedan tener una calidad de vida mejor.
 
Y desde ese punto de vista, estos parques que vamos a construir en Cerro Navia y Quinta Normal, no van a tener nada que envidiarles -señor alcalde, cóbreme la palabra- a los parques que están hacia el Oriente, porque todos somos chilenos, todos necesitamos parques, todos apreciamos la belleza, todos merecemos una mayor calidad.
 
Éste es un proyecto grande, representa una inversión de más de 100 mil millones de pesos, un tremendo esfuerzo desde el punto de vista de los recursos del sector público, y que se va a traducir en más áreas verdes, obras hidráulicas, mejor equipamiento y, por supuesto, abrimos las puertas de par en par a la colaboración del sector privado, porque lo hemos dicho tantas veces: los problemas públicos nos interesan a todos y, por tanto, no solamente el Estado tiene que hacerse cargo de los problemas públicos, también la sociedad civil puede aportar a resolver los problemas públicos.
 
Y por eso, se van a construir, además, en los alrededores de estos parques, accesos, para que los habitantes de toda la ciudad puedan venir y disfrutar de este nuevo parque.
 
Y ahí está la futura Línea 7, cuyas obras se van a iniciar muy prontamente y, además, la Línea -dónde está el arquitecto Poduje-, la otra estación del Metro que tenemos para acceder a estos parques, la 7 y la 3, exactamente. Y, además, vamos a tener la ciclovía, porque queremos invitar a todas las personas que no nos tengamos que trasladar solamente en vehículos motorizados, sino que también podamos trasladarnos en vehículos impulsados por nuestra propia fuerza y entusiasmo, como son las bicicletas.
 
Y, además, una noticia: estamos haciendo un gran salto adelante en cambiar la calidad del transporte público en toda nuestra ciudad. Y probablemente, en este instante, ya vienen en camino a Santiago los primeros buses eléctricos, porque queremos cambiar la matriz de nuestro sistema de transporte, desde combustibles fósiles, contaminantes, hacia la electromovilidad, limpia, más segura y más económica. Y queremos que Chile sea, después de las ciudades chinas, el país -o con las ciudades- con más buses eléctricos en el mundo.
 
Así estamos trabajando esta transformación del sistema de transporte público, que nos va a permitir, además de estos parques y las bicicletas, impulsar un proyecto, como es el proyecto de cambiar la cultura de nuestro país, de una cultura enferma a una cultura sana.
 
¿A qué me refiero? A que los hábitos de nuestra población son muy malos, malos hábitos de alimentación, malos hábitos de sedentarismo, y eso se traduce en enfermedades crónicas, diabetes, hipertensión y enfermedades cardiovasculares, que afectan a nuestros compatriotas de por vida. No hay mejor manera de curar, que prevenir. Y a eso apunta el programa “Elige Vivir Sano”.
 
Por todas estas razones, quisiera terminar estas palabras diciendo que éste es un proyecto por el cual vale la pena trabajar, comprometerse e involucrarse muy personalmente, y es lo que estamos haciendo, porque tiene este proyecto un sentido social y un sentido de calidad de vida que todos los habitantes, no solamente de la ciudad de Santiago, lo pueden apreciar.
 
Y esto nos va a permitir realmente un gran salto adelante en la calidad de nuestras ciudades.
 
A esto se suma lo que estamos haciendo con el Parque Metropolitano, la construcción de un nuevo Parque Metropolitano, la expansión casi por cuatro del Zoológico que está en el Parque Metropolitano, para hacer un Zoológico que también sea mucho mejor para la calidad de vida de los animales y mucho mejor para la experiencia de los ciudadanos con la vida silvestre y con la vida natural.
 
Y por eso estamos absolutamente seguros que con este tipo de proyectos estamos cumpliendo nuestro compromiso, que es dar un gran salto adelante no solamente en el producto per cápita, sino en lo que realmente importa, que es la calidad de vida, la integración, la convivencia entre todos los habitantes de la ciudad.
 
Y por eso, tenemos una misión, quiero recordársela muy claramente al ministro de Vivienda y Urbanismo, al ministro de Obras Públicas, a la ministra de Transportes, que estos parques queremos inaugurarlos durante nuestro Gobierno, para que todos sepamos que no es un proyecto, un sueño, es algo con lo cual estamos profundamente comprometidos y que sea nuestra huella, lo que dejamos como herencia a las futuras generaciones.
 
Muchas gracias.